RASAL

LINGÜÍSTICA

Recibido: 29.10.2020 | Aceptado: 01.03.2021

ARK: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s26183455/6e93zu1n5

LA NATURALEZA INTERACTIVA DE LAS EXPRESIONES HIPERBÓLICAS: REACCIONES DEL COPARTICIPANTE

THE INTERACTIVE NATURE OF HYPERBOLIC EXPRESSIONS: THE CO PARTICIPANT’S REACTION

Marina Grasso

Centro de Estudios e Investigaciones Lingüísticas - Universidad Nacional de La Plata

https://orcid.org/0000-0002-2286-2264

Karina Ibáñez

Centro de Estudios e Investigaciones Lingüísticas - Universidad Nacional de La Plata

https://orcid.org/0000-0003-1572-2156

Resumen

El presente trabajo es la continuación de una serie de estudios referidos a la amplificación en la conversación informal. El corpus analizado, ECAr (el Español Coloquial de Argentina), pertenece al proyecto de investigación “Interacción entre pragmática y gramática en la conversación coloquial” de la Universidad Nacional de La Plata (La Plata, Argentina) y consta de sesenta conversaciones espontáneas entre alumnos universitarios cuyas edades oscilan entre los 18 y los 28 años. Nuestro estudio partió de la selección de fragmentos en los que encontramos manifestaciones de exageración. Nos abocamos al uso de las hipérboles en particular, centrando la atención en su naturaleza interactiva que pone al oyente en un rol activo dentro de la construcción de un marco figurativo en la conversación (Cano Mora 2004). Tomamos como base los estudios de esta autora (2004, 2006, 2009) que, con una mirada diferente, nos sirvieron de punto de partida para reflexionar desde una perspectiva pragmática. La naturaleza dual de la hipérbole descrita por Cano Mora nos permitió explicar el predominio de algunas ocurrencias por sobre otras en nuestro corpus: la convencionalización de la hipérbole y la no reacción manifiesta del coparticipante ante ella.

palabras clave: expresiones hiperbólicas; reacción; coparticipante; conversación coloquial.

Abstract

This analysis is a follow up to a series of studies about amplification in informal conversations. The corpus under analysis, ECAr (el Español Coloquial de Argentina), belongs to the research project “Interaction between Pragmatics and Grammar in colloquial conversations” (Universidad Nacional de La Plata, Argentina) and consists of sixty spontaneous conversations among university students between the ages of 18 and 28. The starting point to our study was the selection of fragments in which we found manifestations of exaggerations. We centred our attention on the use of hyperboles in particular, focusing on the interactive nature that places the listener in an active role in the co-construction of a figurative frame in the conversation (Cano Mora 2004). This author’s studies (2004, 2006, 2009), with a different outlook on the subject, acted as a starting point to reflect upon the topic from a pragmatic perspective. The dual nature of the hyperbole described by Cano Mora allowed us to explain the predominance of certain occurrences over others in our corpus, such as the conventionalization of the hyperbole and the absence of a manifest reaction on the part of the recipient.

keywords: hyperbolic expressions; reaction; co-participant; informal conversation.

1. Introducción

Este artículo presenta un análisis de las expresiones hiperbólicas como formas de amplificación de las evaluaciones en la conversación coloquial. Teniendo en cuenta que consideramos a la conversación como una situación que emerge de la construcción conjunta, nos proponemos mostrar los resultados de un estudio pormenorizado de las diferentes reacciones de los coparticipantes frente a la producción de una expresión hiperbólica en conversaciones entre estudiantes hablantes de español rioplatense.

Al identificar los aspectos fundamentales del lenguaje juvenil, Zimmermann (2002) menciona la función de construir una identidad específica. Para mantener, indicar y construir una identidad de grupo, los jóvenes crean nuevos códigos lingüísticos (Rodríguez 2002). Dentro de estos códigos, varios autores coinciden en señalar que la intensificación es característica del modo de habla de este grupo etario (Briz 2003; Jørgensen 2011), usualmente utilizada con gran creatividad lingüística por sus integrantes (Caja 2009; Palma 2013).

Como estiman Jacoby & Ochs (1995:177), los participantes de la interacción dan forma a “la coherencia interaccional, las identidades, los significados y los acontecimientos de manera colaborativa”. La perspectiva planteada tiene entre sus orígenes la concepción bajtiniana de dialogismo (Bajtín 1982; Linell 1998) y la noción de colaboración presente en la mirada pragmática desde sus inicios (Austin 1970). Linell (1998) y Granato (2005) describen en términos análogos la construcción del significado en los intercambios verbales. El primer autor afirma que “dialogismo equivale a plantear que la emisión y sus contextos son mutuamente complementarios y forman un todo integrado” (Linell 1998:114). Granato (2005) sostiene que la sucesión de intervenciones precisa a la vez que condiciona las interpretaciones que pueden darse.

2. Estudios de las expresiones hiperbólicas

Entendemos la hipérbole como un recurso de intensificación que tiene por efecto la amplificación exagerada de aquello a lo que se refiere el hablante. De igual manera, la hipérbole puede depender o no del contenido semántico propio de los ítems léxicos utilizados. Wolowska (2016) precisa en este sentido que su valor intensivo puede ser intrínseco o extrínseco y Ferré (2019) las clasifica, a partir del mismo criterio, como hipérboles léxicas o discursivas. Por consiguiente, la emergencia de la figura depende no solo de su formulación, sino también de su interpretación por parte de quienes la reciben en un contexto que debe entenderse como determinante (Jaubert 2015). Dado que este recurso implica un desfase respecto de lo que puede considerarse una forma literal o no marcada, se lo caracteriza como una “figura” o una forma de lenguaje indirecto (Kerbrat-Orecchioni 2014) que implica un juego de gradación (Ferré 2014).

Adoptamos la descripción de Cano Mora (2009), quien sostiene que la hipérbole posee una naturaleza dual que se bifurca, por un lado, en un dominio cuantitativo, que asciende o desciende una cantidad o magnitud en exceso, y, por otro lado, en un dominio evaluativo, que involucra una valoración subjetiva del hablante de un hecho objetivo. En la misma línea, Perrin distingue en la hipérbole dos aspectos: el de la “intensidad conceptual” y el de la “intensificación enunciativa”. El primero se relaciona con lo que el autor denomina “la dimensión cuantitativa de una propiedad”, mientras que el segundo aspecto engloba la función de la expresión como “indicio convencional de un juicio subjetivo del locutor”, mediante el cual evalúa aquello de lo que habla atribuyéndole grandeza o amplitud en algún aspecto determinado (2014:45-46).

En este trabajo nos referimos a la figura en estudio como hipérbole o expresión hiperbólica, lo que nos permite incluir otro tipo de formulaciones. En primer lugar, las denominadas formulaciones de caso extremo. Norrick (2004) y Pomerantz (1986) se refieren con esta denominación a expresiones que incluyen términos o construcciones como “todo”, “nada”, “todo el mundo”, entre otros. En segundo lugar, nos permite abarcar aquellas metáforas que plantean un contraste de magnitud entre la situación real y la referida (Colston & O’Brien 2000a) o bien que incluyen “indicios de intensificación de índole netamente pragmática” (Perrin 2014:51).

Clark (2013) sostiene que el uso no literal del lenguaje —como, por ejemplo, en los casos de hipérbole— se centra alrededor de la relación entre la proposición expresada y los pensamientos del hablante. La suposición es que la proposición expresada por cada emisión es una interpretación del pensamiento del hablante y refleja su pensamiento porque comparte ciertas propiedades lógicas con ese pensamiento.

Desde la misma perspectiva teórica, Perrin (1993, 2014) afirma que el éxito de dicha figura se vincula con la actividad del oyente. En palabras del autor “sólo las hipérboles exitosas satisfacen el principio de relevancia” y, por lo tanto, “el éxito o el fracaso de la hipérbole no pueden ser definidos desde un punto de vista que no sea el del intérprete” (1990:205-206). Kerbrat-Orecchioni (1994) revisa las figuras retóricas desde el enfoque de la cortesía verbal, retomando conceptos de Goffman (1974) con relación a la creación de “rituales de interacción”. La figuración se analiza como una de las formas de contribuir a la cortesía en conversaciones atendiendo a su carácter situado. Estos rituales contribuyen a crear determinados climas en la conversación, así como realidades compartidas por los participantes. Las consideraciones de Mc Carthy & Carter (2004) acerca de las manifestaciones hiperbólicas en la conversación coloquial también contemplan al conjunto de los participantes de la interacción cuando enumeran las características que definen un episodio como hiperbólico: los cambios de footing (posicionamiento); la creación conjunta de mundos imposibles, la posibilidad de no percibir lo contrafáctico como una mentira y la reacción solidaria del interlocutor. También desde el estudio interaccional de la hipérbole, Christodoulidou (2011) sostiene que el papel del oyente es crucial para la interpretación y éxito de esta figura, dado que su reacción supone la aceptación o no de la creación de mundos imposibles. Estudios recientes llevados a cabo en el marco de la Lingüística Sistémico Funcional para la lengua francesa, ponen de relieve nociones similares. Así, Rossette (2014) analiza las manifestaciones hiperbólicas en conferencias dentro de los subsistemas de gradación y compromiso y pone también de manifiesto el carácter eminentemente interpersonal de esta figura. Estos subsistemas son parte del sistema de valoración que analiza tanto a qué refiere la actitud del hablante como a la forma en que se expresa y a la apertura o no hacia otras opiniones posibles. De este modo, se evidencia que las evaluaciones marcan posiciones del hablante sin perder de vista a sus interlocutores, presentes o no en el intercambio.

El carácter interactivo de la hipérbole ha sido destacado por varios autores y desde diferentes perspectivas teóricas. Entre ellas, desde la Teoría de la Relevancia, se han hecho numerosas contribuciones (Wilson & Sperber 2012; Rubio Fernández et al. 2015, 2017; Yus 2016).

Se registran trabajos que informan sobre la relación de la hipérbole con otras figuras, en especial la ironía (Becerra Valderrama & Igoa González 2013; Carston & Wearing 2015; Walton 2017; Aljadaan 2018). Gibbs (2000) y Colston (2017) —quienes consideran la hipérbole como un subtipo de ironía— sostienen que las “conceptualizaciones irónicas son frecuentemente parte del conocimiento compartido” de los hablantes y que ellos pueden ir creando rutinas irónicas para explotar su conocimiento mutuo de las ironías de la vida (Gibbs & Colston 2007:358). Esta idea se refleja en lo que Cano Mora (2004:20) llama la creación de un marco figurativo hiperbólico, la “emergencia de un contexto no literal”1 que involucra a los participantes de la interacción.

Por otro lado, la relación entre hipérbole y humor ha sido establecida en numerosos estudios (Colston & O’Brien 2000b; Tsang 2000; Bergen & Binsted 2003; Bryant 2013; Burgers & van Mulken 2017; entre otros). Varios autores coinciden en destacar la importancia del conocimiento compartido entre los interactuantes y el hecho de que el humor es dependiente del contexto (Attardo 2001; Claridge 2011; Coates 2007). En diversos trabajos se alude también a las funciones interpersonales que tiene el humor (Holmes & Marra 2002; Branner 2005; Martin 2007; Schnurr 2010). En cuanto al papel de la figura en el intercambio, Giora (2011) presenta la hipérbole entre diversos procedimientos que establecen un marco o una clave humorísticos. Vivero García (2014) examina el uso de la hipérbole caricaturesca que, a partir de asociaciones insólitas realiza evaluaciones exageradas con efecto humorístico. Esta idea se evoca también en la vinculación de la figura y la incongruencia como clave humorística propuesta por Kaczorowski (2011) y Ermida (2011). En el tipo de conversaciones analizadas, enmarcadas en el discurso juvenil, prevalece la presencia del humor como una estrategia que refuerza la solidaridad y crea una atmósfera amistosa y amena.

Puntualmente en lo que hace a las reacciones del hablante, Cano Mora (2004) examina las respuestas del oyente ante el uso de una hipérbole y las divide en dos grupos que denomina “evidencia positiva” y “evidencia negativa”. En el primero de ellos se incluyen contribuciones “relevantes” de distinto tipo (risas, completamiento colaborativo o continuación de la hipérbole, entre otras). Por su parte, la evidencia negativa constituye una comprensión defectuosa de la expresión hiperbólica y “todo tipo de reacción que no ha sido esperada o buscada por el hablante” (2004:21), como la de interpretar la hipérbole en forma literal, ignorarla o cambiar el tema o tópico, pedir aclaración, confirmación o repetición. Entendemos que este estudio genera nuevas reflexiones e interrogantes a partir de los diferentes tipos de comportamiento interactivo observados.

3. Corpus y metodología

El análisis que presentamos se realizó en el marco del proyecto “Interacción entre pragmática y gramática en la conversación coloquial”. Se utilizó para este estudio el corpus ECAr (el Español Coloquial de Argentina, de este proyecto) que consta de 60 conversaciones informales entre estudiantes universitarios cuyas edades oscilan entre los 18 y los 28 años. Tales conversaciones tienen una duración promedio de 25 minutos y fueron grabadas en audio o video. Posteriormente, se procedió a su transcripción.

El análisis, de tipo mixto, incluye mayoritariamente técnicas cualitativas, entre las que se encuentra la lectura y escucha del corpus y la interpretación de su contenido, la identificación de las expresiones en estudio, su comparación y clasificación. Esto permitió detectar 120 ocurrencias de evaluaciones amplificadas a través de expresiones hiperbólicas, que se examinaron atendiendo a las variadas formas de reacción de los participantes del intercambio, como así también a los contextos en los que se produjeron. Se realizó también un estudio de frecuencias de ocurrencia que permitió examinar cuantitativamente los datos y compararlos entre sí.

Nuestra búsqueda se inició con la identificación y clasificación de las expresiones hiperbólicas, paso que se desarrolla a nivel micro del discurso especialmente para las expresiones cuyo valor intensivo es intrínseco. Asimismo, fue necesario el análisis de los fragmentos que dan forma a la interacción y que incluyen el contexto lingüístico dentro del que comparecen las emisiones que se estudian (nivel medio). Para arribar con mayores evidencias al significado que se construye en el texto, se atendió también a la interacción o discurso completo dentro del que se encuentran los otros dos niveles y que permite ubicar las emisiones en un todo analizable desde el punto de vista de la función que cumple en la situación social en la cual se produce (nivel macro del discurso). Se partió, entonces, de un abordaje de abajo hacia arriba (bottom-up). Como las interpretaciones requieren un movimiento al nivel medio y eventualmente al nivel macro y viceversa, se abordó también el proceso inverso (top-down, de arriba hacia abajo). Esto se debe a que no es posible analizar una expresión como hipérbole si no se atiende al contexto inmediato de lo que se está diciendo y menos aún cuando se trata de expresiones cuyo valor intensivo es “extrínseco” o “discursivo”. (Ferré 2014; Wolowska 2016).

4. Respuestas al uso de la hipérbole

Teniendo en cuenta los conceptos de los autores mencionados que aluden al carácter crucial de las reacciones de los oyentes, nuestros supuestos pueden resumirse en dos puntos con estrecha vinculación entre sí. En primer lugar, la expectativa de que haya reacciones manifiestas en este contexto, es decir, esperables en este tipo de conversaciones. En segundo lugar, que las hipérboles se acepten como convencionales, no solo aquellas ya establecidas en el idioma sino también las que son producto de la creatividad de los participantes.

Cano Mora (2004) analiza cómo los oyentes reaccionan a las hipérboles y clasifica las reacciones del coparticipante en lo que ella llama evidencia positiva y evidencia negativa. Sostenemos que, para el investigador, no es viable definir cuáles son las expectativas de quien utiliza una figura hiperbólica. Tampoco es posible tener certeza de que un cambio de tema sea solo interpretable como un signo de falta de entendimiento o falta de interés. Como afirma Granato (2014), la interpretación de la intención de los sujetos participantes de una interacción puede no ser inequívoca para el analista. En este sentido, solo las construcciones hiperbólicas tomadas en forma literal y los pedidos de clarificación podrían, en nuestra opinión, tomarse más claramente como signos de falta de comprensión. Por otro lado, creemos que hablar de evidencia negativa puede dar la idea de un intercambio no exitoso y, en nuestro corpus, los fragmentos en los que los oyentes ignoran la hipérbole o cambian el tema o tópico no necesariamente traen aparejados malentendidos, como veremos en la sección 4.

En nuestro análisis de las reacciones, fue posible identificar nueve tipos de manifestaciones de continuidad que ilustraremos a continuación. El orden en el que se presentan los casos responde a cierta progresión que va desde respuestas que favorecen en mayor medida la creación de un contexto no literal a reacciones que no necesariamente lo propician o incluso, podríamos decir, lo anulan. Cabe señalar que esta gradación no es rígida dado que un tipo de reacción puede contribuir más que otro a la adopción de una “actitud superlativa” (Molina Martos 2010) y menos en otros contextos.

4.1. Respuesta con otra hipérbole

Encontramos en el corpus dos tipos de reacciones que incluyen la producción de nuevas hipérboles. En ambos casos, la hipérbole de la respuesta es diferente de la inicial. La diferencia radica en que en el fragmento de esta sección (1) cada hipérbole amplifica diferentes evaluaciones, mientras que en el siguiente apartado (2) las hipérboles son diferentes pero amplifican lo mismo.

(1)
Darío e Iñaqui hablan sobre el libro El pasado.2
1 Darío: La otra vez, eh... me acordaba... porque hay un... está bueno, hay una parte
2 ahí de El pasado, que, cuando el flaco está más limado, que el flaco no, no, no se
3 puede acordar de nada,3 viste...
4 Iñaqui: Eh... la época que le mete como loco a... [a la merca.]
5 Darío: Sí, [A la merca] Esto creo que es capítulo XVI del libro.
(26_ 2006-IIH. Líneas 154-158)

Vemos en esta secuencia una sucesión de tres expresiones hiperbólicas: Darío expresa que el protagonista del libro está “limado” (línea 2), una metáfora que amplifica hiperbólicamente el deterioro mental que afecta a ese personaje. Se trata de una hipérbole que califica un estado, seguida de una formulación de caso extremo —“no se puede acordar de nada” (líneas 2-3)— que caracteriza una consecuencia de la condición descrita con anterioridad. Los conceptos de Darío parecen crear un espacio propicio para la contribución de Iñaqui quien, en una actitud afín, agrega otro componente a la descripción que explicita el nivel de consumo de drogas del personaje “le mete como loco a la merca” (línea 4). En la secuencia, “meterle” a algo, entendido metafóricamente como consumirlo con avidez y “a toda prisa” según la Academia Argentina de Letras (2005:401) y también “como loco” califican hiperbólicamente el proceso mencionado.

En este caso, las amplificaciones hiperbólicas acentúan juicios similares, ambos negativos, pero que no califican exactamente lo mismo. La primera se refiere al estado del personaje y la segunda al proceso que ha dado lugar a esta condición. A esto llamamos respuesta con otra hipérbole.

4.2. Reformulación hiperbólica

Como anticipáramos en la sección anterior, el tipo de reacción que trataremos a continuación incluye el uso de una hipérbole pero, en este caso, la figura reformula la hipérbole inicial y refiere al mismo proceso.

(2)
José y Elbio hablan de la peluquera de enfrente.
1 José: Sí. Yo una fui, una vez me fui a pelar, una vez fui a pelarme y… y
2 me dijo todo lo que los chicos le gritaban, yo no estaba ni enterado, me cagó a
3 pedo a mí.
4 Elbio: (Risas)
5 José: Y bueno, eh… cobró un poquito caro pero igual me peló.
6 Elbio: Sí [la verdad que…]
7 José: [Me peló] los bolsillos y la cabeza.
8 (Risas de ambos)
9 Elbio: Las dos cosas, te cobró de más porque te asaltó, boludo.
10 José: Y bueno eso (XXX)
(027_2006-IIH. Líneas 54-63)

Podemos apreciar que la sucesión de expresiones hiperbólicas contribuyen al carácter enfático de esta secuencia. Popa-Wyatt afirma que la hipérbole debe entenderse más como énfasis que como exageración. La autora argumenta que, al expresar que algo es mayor o menor de lo esperado, se cambia la prominencia de la propiedad que funciona como blanco, haciéndola así más enfática. En palabras de Popa-Wyatt (2020:456), “esto permite expresar sorpresa o algún otro sentimiento relevante en reacción con cuánto más o cuánto menos han sido superadas o frustradas nuestras expectativas”.

En un contexto de marcada complicidad entre los hablantes, José concluye el breve recaunt4 (‘relato’, Eggins & Slade 1997) de su corte de pelo valorando el precio que pagó como “un poquito caro”.

Luego, José reitera su apreciación y la amplifica hiperbólicamente —“me peló los bolsillos y la cabeza” (línea 7)— utilizando una metáfora que califica un proceso, relacionada con el servicio prestado. Se traza así un paralelismo con la idea de que la peluquera lo dejó sin pelo y sin dinero.

Su interlocutor reacciona riéndose, lo que crea un contexto favorable para que se mantenga el tono humorístico. Elbio amplifica la misma actitud por medio de otra metáfora, en este caso más convencionalizada —“te asaltó” (línea 9)— y que también califica el proceso de cobrar un precio excesivo por un producto o servicio.

Definimos, entonces, como reformulación hiperbólica la reacción que consiste en expresar la misma actitud referida a lo mismo, en este caso, un proceso, a través de una nueva hipérbole.

4.3. Reiteración de la misma expresión

El corpus revela la existencia de reiteraciones léxicas, repeticiones literales de una misma unidad cuya motivación parece ser la de intensificar parte del mensaje transmitido, como vemos en el fragmento siguiente.

(3)
Luciano y Daniel hablan sobre el calefactor nuevo que le instalaron a uno de ellos en su casa y que tiene saltada la pintura.
1 Luciano: Claro. Bueno, pero igual, lo tenés que sacar, es un bardo.
2 Daniel: Sí, es un bardo. Igual, la puso como el orto, bolu... Está torcida.
3 Luciano: ¿Cómo torcida?
4 Daniel: ¿No ves? Sí, torcida.
(052_2010-IIH. Líneas 61-64)

Este intercambio deja ver la indignación de los dos participantes a raíz de un trabajo que se pagó caro y que estuvo mal hecho. Luciano describe la complicación de sacar la estufa a través de una evaluación amplificada, “es un bardo” (línea 1) que, de acuerdo con Conde (1998), designa un problema o inconveniente grave. Por su parte, Taboada (2004) menciona, entre las funciones de la repetición, la aceptación de propuestas. Del mismo modo, en el caso que presentamos, entendemos que, al tratarse de una evaluación, el hecho de que se reitere implica también el acuerdo con la actitud de Luciano. Escandell Vidal (1991:84) sostiene que “la reduplicación del significante da lugar a una cierta reduplicación del significado”, es decir, desde un punto de vista semántico, las repeticiones intensifican. En este caso, el efecto se suma a la intensificación de la hipérbole en sí. Si bien la autora no se refiere a la reduplicación como el eco producido por otro hablante, creemos que su afirmación puede aplicarse también al caso analizado. Pareciera que, en este fragmento, la función es la de hacer foco en la parte del discurso del hablante anterior que el interlocutor pretende abordar y expandir (Tannen 2007:15). De este modo, luego de la repetición, Daniel utiliza una expresión que califica el proceso del trabajo realizado —“la puso como el orto” (línea 2), de manera negativa y enfática. No parece haber aquí una reacción aparente del oyente más que al valor evaluativo de la primera hipérbole. Sin embargo, la primera ocurrencia de “es un bardo” habilitaría la segunda ocurrencia tanto como la siguiente evaluación y crearía una actitud amplificada, compartida por ambos participantes.

4.4. Risas

En nuestro corpus, las manifestaciones de risa ante ocurrencias de hipérboles a menudo involucran no sólo a quien escucha la amplificación hiperbólica (como en el caso presentado en (2) sino también a quien la formula, como en la siguiente secuencia:

(4)
Pablo e Iván hablan del papel de uno de ellos en un cortometraje que filmarán juntos.
1 Pablo: El otro sujeto… sí... el que vas a matar vos.
2 [Pausa]
3 Iván: Es maravilloso matar… (entre risas)
4 Pablo: (Risas)
5 (Risas de ambos)
6 Iván: ... aunque sea... dentro de una ficción... no hay nada como la
7 violencia.
8 (entre risas) como la violencia en dos dimensiones.
(025_2006-IIH. Líneas 38-43)

Iván enuncia entre risas una actitud a favor de la posibilidad de matar en la ficción a través de una expresión hiperbólica “Es maravilloso matar” (línea 3). La risa puede funcionar aquí como indicador de que lo que dice el hablante lo expresa en tono humorístico y guiar al oyente hacia una determinada interpretación de su intención. Asimismo, tomando en cuenta los estudios de Jefferson (1979, 1984, 1985) la risa podría ser una invitación a que Pablo se ría también, propuesta que en este caso es aceptada. En palabras de Glenn (2003:54), “una segunda risa muestra capacidad de respuesta y ratificación mutua de la existencia de un marco cómico o lúdico”. Como vemos, Iván agrega a continuación una formulación de caso extremo —“no hay nada como la violencia” (líneas 6-7)— un movimiento de expansión humorístico que va en esa misma dirección.

En el caso (2), las risas parecen también crear un ámbito propicio para la emergencia de expresiones hiperbólicas, con la diferencia de que, en el intercambio entre José y Elbio, ambos participantes aportan nuevas expresiones, mientras que en este último fragmento es solo un hablante el productor de estas figuras.

En muchas de las secuencias, las risas acompañan otros tipos de reacciones, como la retroalimentación, la reformulación, la respuesta con otra hipérbole. El siguiente fragmento presenta una reacción particular que es digna de mención.

(5)
Natalia amplifica el número de palos que su amiga lleva en la oreja.
1 Natalia: Mmm no… Tiene diez mil palos atravesados en la oreja… (risas de
2 Julieta) pero aritos... lo que se dice aritos… no…
3 (Risas)
4 Julieta: Sos una exagerada (XXX) (Risas)
5 Natalia: (Risas). Che... ¿viste dónde se hizo uno?
(017_2006-IIM. Líneas 377-381)

La expresión hiperbólica “Tiene diez mil palos atravesados en la oreja” (línea 1) provoca la risa de ambas participantes. Lo particular de este caso es que Julieta realiza un comentario epilingüístico (Culioli 1968, Canut 2000) en el que se evalúa el decir (Berthoud 1996), calificando lo expresado por su amiga como una exageración —“Sos una exagerada” (línea 4). Esto implica una reflexión acerca del lenguaje, que se diferencia de un comentario metalingüístico por tratarse de una reacción o evaluación de la propia hablante que no utiliza metalenguaje formal.

No hay en nuestros datos otras instancias similares, lo que podría reforzar la hipótesis de que el dominio cuantitativo de la hipérbole se convencionaliza en este tipo de intercambios.

4.5. Retroalimentación

Las expresiones de retroalimentación como “sí”, “claro”, “Mhm” (línea 6 en esta secuencia), entre otras, han sido ampliamente analizadas en estudios sobre la interacción. Tusón Valls (2002) denomina este tipo de expresiones “continuadores” y les atribuye una función de incitación a que se continúe con lo que se está diciendo.

(6)
Juan y Rosa hablan de los ascensores y las escaleras de su facultad.
1 Rosa: Y, lo que pasa es que [los ascensores] tardan un montón en venir. Es
2 preferible… (XXX) la gente que no puede subir la escalera, que tiene que esperar
3 un montón.
4 Juan: Claro. Sí, sí. Es una pérdida de tiempo y… Aparte mismo cuando sube
5 las escaleras, no llega nunca más.
6 Rosa: Mhm...
7 Juan: Parece que no llega nunca más. Pero bueno, esa es la infraestructura
8 de… de la
(006_ 2000-IHIM. Líneas 261-267)

Para referirse al tiempo que se tarda en subir la escalera en la facultad, Juan utiliza una expresión de caso extremo que caracteriza la situación como eterna “no llega nunca más” (línea 5). En cuanto a la reacción que suscita el comentario, Rosa no interrumpe el fluir de la conversación con su intervención y podemos afirmar que indica que sigue el hilo de lo que su compañero expresa, función fática destacada por Romero-Trillo & Newell (2012). En palabras de los autores, estos ítems “verifican que la información está siendo procesada” (2012:129).

4.6. Reformulación no hiperbólica

Encontramos instancias en las que un participante retoma una idea de su interlocutor para expresar la misma actitud, pero la reformula sin utilizar una construcción hiperbólica, como evidencia el fragmento siguiente:

(7)
Pedro comenta a Gastón algunas de sus impresiones de la vida universitaria.
1 Pedro: Sí, sí. Bueno, eso también. Vos entrás en en la facultad y te empiezan a
2 exigir de todos lados y vos venías de la secundaria, llegabas a tu casa y no
3 hacías nada, por ejemp[lo]. Yo no estudi[abas] no hacías nada. Qué sé yo. Entré
4 en la facultad y te das cuenta de que aparte que nadie te avisa nada... por
5 ejemplo.
6 Gastón: [Ss] sí... [Seguro]... Hay mucho, se juega mucho la individualidad
7 muchas ve[ces]
(004_ 2000-IIH. Líneas 15-21)

Pedro realiza distintas evaluaciones intensificadas por medio de expresiones hiperbólicas. A través de instancias como “de todos lados” (línea 2), y “no hacías nada” (línea 3) que, a la vez se reitera, el hablante contrasta su experiencia en la escuela secundaria con la de la universidad. Norrick (2004) incluye las formulaciones de caso extremo como una subcategoría de la hipérbole. Estas construcciones son consideradas también por Edwards (2000) como semánticamente extremas.

La última evaluación de Pedro, “nadie te avisa nada” (línea 4), suscita la intervención de Gastón, quien comienza su turno con una serie de marcadores de afirmación (Solís García & León Gómez 2016) o expresiones de retroalimentación.

Cabe destacar que, dentro de esta categoría, Calsamiglia & Tusón (1999) distinguen acuses de recibo —en este caso “sí” (línea 6)- y evaluaciones que contribuyen además a vehiculizar el acuerdo con las ideas del otro participante— “Seguro” (línea 6). Estas emisiones dan lugar a una secuencia que, de acuerdo con nuestra interpretación y en base al texto como único elemento del que se dispone, puede entenderse como una reformulación de la idea previa de Pedro: “se juega mucho la individualidad muchas veces” (líneas 6-7). Con esta afirmación, el hablante evoca la misma circunstancia que su interlocutor: el hecho de que, en la facultad, cada estudiante tiene que desenvolverse solo. Puede verse, entonces, que la actitud de Pedro es compartida por Gastón aunque no con la misma intensidad. Las reiteraciones del adverbio aumentativo “mucho” de la segunda secuencia no tienen tanto peso semántico como las formulaciones de caso extremo presentes en la primera afirmación. Denominamos entonces reformulación no hiperbólica a las instancias en las que se expresa la misma actitud sin el uso de una hipérbole.

4.7. Respuesta sin hipérbole

En ocasiones la respuesta a la ocurrencia de una hipérbole consiste en continuar con el desarrollo del tema planteado, a veces formulando una evaluación sobre lo dicho con anterioridad, como muestra el caso que presentamos a continuación:

(8)
David relata a Ivo una conversación que tuvo con su pareja, menor que él.
1 David: Sí, a mí el otro día me cargaba esta pendeja porque... “Boludo, yo ya
2 tengo el carnet y vos... yo manejo y vos no” (Risas) “Sos un desastre”.
3 Ivo: (Risas) Vos decíle “Sé muchas cosas que vos no sabés”.
4 […]
5 David: Tengo las… la diferencia generacional que me... que me devora.
6 Ivo: Debe ser bastante gracioso.
7 David: Es una locura... Aparte porque uno nunca esperaría… eh... yo esperaba que
8 faltara… que falt... que falt... yo pensaba que faltaban quince años más todavía para
9 encontrarme de ese lado de las diferencias generacionales (entre risas).
(026_2006-IIH. Líneas 33-35; 58-62)

David cita la crítica de su novia, formulada a través de la expresión hiperbólica “Sos un desastre” (línea 2). Califica la diferencia de edad que los separa como una diferencia generacional que ‘lo devora’, una metáfora que indica que la brecha es muy notoria y tiene repercusiones importantes. Por su parte, Ivo responde con un comentario que muestra una actitud afín, denota atención y, de alguna manera, promueve la continuación de los comentarios de su amigo —“Debe ser bastante gracioso” (línea 5). Creemos que su respuesta funciona, entonces, como back channel response (un turno de apoyo) o continuador, que permite a David retomar el turno y seguir exponiendo la situación. Otros estudios sobre este tipo de intervenciones mencionan su gran influencia en el tipo de continuidad que se da en la interacción (Tolins & Fox Tree 2014).

Desde el punto de vista de la intensidad de ambas evaluaciones, se observan ciertas diferencias. En primer lugar, “la diferencia generacional que me… que me devora” (línea 5) ubica al hablante en una posición de víctima (él es ‘devorado’ por la situación). En esta metáfora, que refiere al hecho de comer o consumir, se aprecia asimismo la carga intensiva de la avidez o la violencia. Ivo, por su parte, parece opinar como un espectador hipotético. Aunque no se pone en duda lo expresado por David, el énfasis en la evaluación es menor. Esto se debe a que el adverbio “bastante” (línea 6) otorga cierto énfasis al adjetivo utilizado para calificar la situación, pero no tiene la intensidad de la expresión usada por su compañero. Llamamos a este tipo de reacción respuesta sin hipérbole.

4.8. Ausencia de reacción manifiesta

Tomamos como ausencia de reacción manifiesta a una hipérbole los casos en los que la respuesta obtenida no evidencia un registro particular de la figura en uso. McCarthy & Carter (2004:151) sostienen que muchas metáforas y otras figuras como las hipérboles se han convencionalizado al punto de no ser percibidas como tales, refiriéndose a una exageración intencional, aunque sean contrafácticas en su interpretación literal.

(9)
Julia comenta a Nadia la preocupación que le genera la contextura de su brazo.1 Julia: [No… pero es un montón] Bueno… no está duro el mío. Aparte... es como
2 que me choco el brazo con algo que antes no me chocaba… es grave… ayer a la
3 noche me di cuenta. Hice un movimiento y ¿viste cuando sentís más brazo?
4 Nadia: Mirá. Creo que a… si le hacés así al flaco que está con Ceci… que es una
5 bola de músculos… también se le va a mover así.
6 Julia: [Pero yo pongo…]
7 Nadia: [Porque no podés] que no te gelatinee nada. [¿Entendés?]
8 Julia: [No... no... no] pero no entendés que aumentó su diámetro.
(017_ 2006-IIM. Líneas 137-144)

Para atenuar la preocupación de su amiga, Nadia cita el caso de un chico que “es una bola de músculos” (líneas 4-5). La metáfora aumenta hiperbólicamente la cantidad de músculos de una persona, al punto de tener el aspecto de ser puro músculo. En las intervenciones que siguen, Julia no muestra incomprensión de la evaluación de Nadia. Tampoco reacciona con expresiones fáticas o de retroalimentación, con risas u otras manifestaciones referidas a la descripción del “flaco que está con Ceci” o a la expresión hiperbólica en sí. Sigue simplemente desarrollando sus argumentos. De esta manera, la reacción de Nadia pondría de manifiesto que la hipérbole se ha convencionalizado, dado que las hablantes no necesitan volver sobre ella para discutir su alcance.

4.9. Incomprensión de la hipérbole

En casos como el siguiente la hipérbole es interpretada en forma literal, lo que genera la necesidad de un reajuste en el conocimiento compartido entre los participantes:

(10)
Franco relata el incidente que tuvo con un escarbadientes.
1 Marcos: Odio, odio los escarbadientes esos, te clavás uno, me pasó varias veces te
2 digo
3 Franco: Ahh, ¿sí?... Una vez me clavé uno en el paladar que casi me... [me tienen
4 que]
5 Marcos: [Nooo, qué mal]
6 Franco: operar para sacármelo
7 Marcos: ¿Sí?
8 Franco: Sí sí sí, no mal.
9 Marcos: ¿Tan jodido?
10 Franco: No; es una forma de decir, no. Me lastimé un poquito nada más pero…
(023_2006-IIH. Líneas 27-41)

Las reacciones de Marcos —“¿Sí?” (línea 7), “¿tan jodido?” (línea 9)— parecen indicar que la hipérbole utilizada por Franco es interpretada en forma literal —“casi me tienen que operar para sacármelo” (líneas 3-6). De las características mencionadas que McCarthy & Carter (2004) atribuyen a las manifestaciones hiperbólicas en la conversación coloquial, es posible observar que no todas se dan en este caso. Esto nos permitiría explicar por qué no se entendió la hipérbole y también qué efectos provocó esa falta de comprensión, dado que el receptor encuentra tan verosímil la expresión que busca saber si verdaderamente ocurrió. Al mismo tiempo, el cambio de posicionamiento no es percibido y, por ende, no se detecta la creación del mundo imposible, del contexto no literal que propone Franco. En consecuencia, este hablante vuelve sobre sus dichos para clarificar la magnitud real del incidente y detallar asimismo que se trató de una forma de expresarse: “No; es una forma de decir, no. Me lastimé un poquito nada más…” (línea 10). Esta última afirmación, como vemos, remite a un contexto totalmente literal.

En contraste con lo que ocurre en otras secuencias, podría interpretarse aquí que hay un desfase entre la intención comunicativa y la interpretación, que tiene entonces una doble consecuencia: Marcos no registra ni la función hiperbólica de la expresión en uso ni el intento de Franco de establecer un marco figurativo hiperbólico.

Este es uno de los dos casos de incomprensión de la hipérbole encontrados en nuestro corpus. Como veremos a continuación, este tipo de reacción tiene una frecuencia de ocurrencia muy baja en comparación con el resto de los tipos detectados.

5. Reacciones a las expresiones hiperbólicas y su frecuencia de ocurrencia

El análisis porcentual de las secuencias que siguen a las expresiones hiperbólicas arroja los resultados plasmados en el Gráfico 1. Este gráfico pone de relieve la alta frecuencia de secuencias en las que la actitud amplificada con hipérbole no suscita una reacción manifiesta, como se ilustró en el apartado 4.8. A pesar de que el 50 % de las hipérboles no provocó reacciones detectables en los datos, la suma de los diferentes tipos de reacciones ostensibles equipara este porcentaje, por lo que no se puede afirmar que la ausencia de respuesta evidente se imponga en nuestros datos.

Con respecto a la no reacción de los coparticipantes, creemos que ciertas hipérboles se han convencionalizado de forma tal que, como lo afirman McCarthy & Carter (2004), no siempre provocan reacciones en quienes las reciben.

Gráfico 1. Manifestaciones de continuidad del coparticipante

La caracterización dual de la hipérbole mencionada en la sección 2 (Cano Mora 2009 y Perrin 2014) nos permitiría explicar los casos en los que no se manifiestan o registran reacciones. En ellos, el oyente toma el rasgo evaluativo de la figura e ignora su dominio cuantitativo o su aspecto de intensidad conceptual (Grasso & Ibáñez 2015).

Entre las reacciones más frecuentes se destaca la ocurrencia de risas que, como mencionamos, pueden surgir tanto de quien recibe la hipérbole como de quien la utiliza. Como ya hemos dicho, esta reacción puede acompañar otras manifestaciones de continuidad, porcentaje no incluido en el gráfico. Las reacciones que consisten sólo en risas ocurren en el 16 % de los casos analizados mientras que, si se tiene en cuenta la combinación de este tipo de reacción con otras, el porcentaje asciende al 25 %.

Otra reacción saliente son las retroalimentaciones. En un 13 % de las reacciones a una hipérbole, el oyente solo se limita a mostrar que está atendiendo a lo que se dice mediante la producción de un turno de apoyo y así no alterar la toma de turnos y dejar que su interlocutor continúe. Esto nos lleva nuevamente a la reflexión, ya compartida en este trabajo, de que las hipérboles no necesariamente provocan un impacto diferente al uso de otras expresiones.

Un tercer tipo de aporte notable es la respuesta con otra hipérbole que se registró en el 6 % de las secuencias en estudio. Como mencionamos anteriormente, las instancias en las que ambos participantes colaboran en forma activa y manifiesta con el aporte de expresiones hiperbólicas pone de relieve el alto grado de complicidad que se da entre los hablantes en estos contextos.

Se observa además que, dentro de las reacciones menos usuales, también son un poco más frecuentes las que ponen en juego otra ocurrencia hiperbólica que las que no lo hacen. En efecto, la reformulación hiperbólica y la reiteración de la hipérbole totalizan el 8 % de las reacciones encontradas (4 % para cada una de las categorías), mientras que la respuesta sin hipérbole y la reformulación no hiperbólica suman el 5 % (3 % y 2 % respectivamente).

Cabe destacar que las instancias en las que no se comprende la hipérbole son poco frecuentes en nuestro corpus. Sólo en un 2 % de los casos analizados hay participantes que requieren una explicación y alejan así el intercambio del contexto no literal. Creemos que esto responde a que las hipérboles son altamente utilizadas por los jóvenes. La exageración es parte de su código y por ende, se entienden. Asimismo, el grado de cercanía entre los hablantes —en su mayoría amigos o compañeros de estudio— asegura un conocimiento compartido alto que puede favorecer esta situación.

6. Comentarios finales

En este estudio, se evidencia, en nuestra opinión, que los diferentes tipos de reacción propician en distintos grados la emergencia de un marco figurativo hiperbólico (ver Figura 1). Dichas reacciones podrían organizarse en un continuo en cuyos polos se situaría la respuesta con otra hipérbole —como la reacción que parece favorecer este marco en mayor medida— y la incomprensión manifiesta de la expresión reflejada en el pedido de explicación, como la respuesta que no facilita la creación de dicho marco. Estas últimas reacciones anulan el contexto no literal, ya que los interlocutores requieren una división explícita entre lo que es contrafáctico y lo que no lo es. En cuanto a otro tipo de aportes o reformulaciones, podría afirmarse que su contribución a la emergencia del contexto no literal es menor y que, como mencionamos al introducir los casos presentados, tienen una movilidad de acuerdo con el contexto que los polos que muestra la Figura 1 no poseen.

Figura 1. Escala de emergencia del marco figurativo

En un alto grado de ocurrencias encontramos cierta similitud entre la emergencia de risas y la utilización de expresiones hiperbólicas en cuanto a que ambas posibilitan la apertura de un espacio propicio para la continuación en la misma tónica planteada. Es decir, las risas promueven más situaciones humorísticas, y esto también parece ocurrir con las expresiones hiperbólicas. Este tipo de funcionamientos surge, con frecuencia, en forma simultánea, como ilustra el caso (2).

Dentro de las retroalimentaciones, creemos que hay algunas que podrían considerarse más colaborativas en cuanto a la incidencia en la creación de un marco figurativo hiperbólico como “sí” en el caso (7) y otras menos colaborativas como “Mhm” en el fragmento (6).

En cuanto a otras reacciones, las respuestas sin hipérboles y las reformulaciones no hiperbólicas parecen tener una incidencia menos fuerte en la emergencia de un contexto no literal. Las reformulaciones hiperbólicas se encontrarían dentro del grupo de respuestas que estarían más cerca del otro polo junto con las reiteraciones de la misma hipérbole.

En este trabajo intentamos realizar aportes relevantes al estudio de la negociación conjunta de significados evaluativos, en este caso, mediante una figura empleada efectivamente en el habla espontánea. Las nueve clases de reacciones encontradas nos dan la pauta de la diversidad de posibilidades existentes para el interlocutor que, sin duda, tiene un papel fundamental en el desarrollo de la conversación y en la construcción conjunta de la hipérbole. Se pone de relieve el impacto que, tanto una expresión no literal como la reacción a ella tienen en la progresión del intercambio.

Notas

1 Se señala que, tanto en la descripción de Cano Mora (2004) como en el presente trabajo, el término marco, presente en “marco figurativo hiperbólico”, no hace referencia al concepto de frame (marco) desarrollado por Goffman (1974). La mención de “marco” remite siempre a esta idea y es por eso que puede entenderse aquí como sinónimo de “contexto no literal”, como así también de “actitud” en “actitud hiperbólica”. Se remite específicamente a una disposición de los hablantes a enfatizar o maximizar sus evaluaciones.

2 Convenciones de transcripción:
[ Un corchete simple a la izquierda indica principio de habla simultánea.
] Un corchete simple a la derecha indica el punto donde una emisión termina junto con otra.
? Indica entonación ascendente, modalidad interrogativa.
(XXX) Los paréntesis con XXX indican que ha resultado ininteligible para la transcripción.
, Indica pausa breve.
. Indica pausa larga.
- Indica paréntesis.
(RISAS) Indica conductas no verbales.

Nomenclatura de las conversaciones: Una nomenclatura como “049_2010-IHIM” indica:
049 número de orden de la conversación en el corpus del proyecto.
2010 año del registro.
II número de participantes (dos, tres o cuatro).
H M sexo de los participantes (Hombre, Mujer, o H M: conversación mixta)
A fin de preservar la identidad de los hablantes, los nombres reales han sido reemplazados por pseudónimos.

3 Las expresiones hiperbólicas figuran en negrita y las reacciones del oyente han sido subrayadas.

4 Eggins & Slade (1997) definen recaunt (relato) como a una narración de eventos simple, que no necesariamente trata un problema y cuyo propósito es el de mostrar cómo un hecho lleva a otro y compartir la evaluación del narrador acerca de los eventos mencionados.

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