CC BY-NC 4.0
© 2020, RASAL Lingüística
DOI: https://doi.org/10.56683/rs201072
De Gruyter Mouton, 2018, (331 pp.), ISBN: 978-311-058-275-8
De Gruyter Mouton, 2018, (331 pp.), ISBN: 978-311-058-275-8
Linguistic Taboo Revisited. Novel Insights from Cognitive Perspectives reúne artículos vinculados con el tabú lingüístico con el propósito de abarcar, desde marcos lingüísticos cognitivos, distintos fenómenos relacionados con este objeto de estudio. En el volumen se ve representada una amplia variedad de lenguajes y se abordan tópicos como la sexualidad, la enfermedad, el envejecimiento, la guerra, etc., que resultan tabuizados de diversas maneras en cada cultura. Si bien la obra resultará de utilidad en especial para quienes estudien el tabú en la lengua, también será una lectura valiosa para quienes se interesen por fenómenos como la metáfora y la metonimia, o por los estudios inter-culturales.
La editora de esta colección, Andrea Pizarro Pedraza, es una de las investigadoras que impulsa con mayor ímpetu el desarrollo teórico del tabú lingüístico, tema al que dedicó su tesis doctoral —en la que exploró el tabú sexual— y sobre el que continúa investigando.
El libro está dividido en cuatro partes (“Construal” —traducible como ‘Conceptualización’ o ‘Interpretación’—, “Conceptualización cultural”, “Sociolingüística cognitiva” y “Enfoques interdisciplinarios”), que contienen catorce estudios de caso. A estas secciones las preceden un prólogo, una introducción y un estudio teórico. Inicia el volumen Keith Allan, uno de los investigadores pioneros en la formulación de aportes teóricos vinculados con el tabú en la lengua. Entre sus conceptos más operativos para los estudios sobre este tema, se encuentra el de continuum x-femístico (Allan & Burridge 2006), que permite relacionar los conceptos de eufemismo, ortofemismo (también acuñado en Allan & Burridge 2006) y disfemismo. En su “Prólogo”, Allan define de manera concisa el tabú y, más específicamente, el tabú lingüístico y sus fenómenos relacionados, introduciendo una aclaración fundamental para la lectura del resto de la colección: lo tabuizado no son las expresiones per se, sino ciertos comportamientos o realidades que se conceptualizan a través del lenguaje (Cestero Mancera 2015:74). De acuerdo con esta conceptualización del fenómeno, su estudio no debe ser limitado al plano léxico, sino que también debe ser observado desde otras perspectivas y, entre ellas, podríamos aventurar, sobre todo la pragmática-discursiva, tal como señala Casas Gómez en su contribución a esta publicación (pp.18-19).
En la “Introducción”, por su parte, Pizarro Pedraza también delimita los alcances del estudio del tabú lingüístico e introduce, por un lado, algunos de los conceptos acuñados por Allan y Burridge, que atraviesan de distinta manera los trabajos que integran el volumen y, por otro, conceptos vinculados con la sociolingüística que los autores aprovechan en sus trabajos. Además, al realizar un recorrido por la historia de los estudios sobre el tabú, facilita a los lectores un conciso estado de la cuestión de los enfoques que han abordado tal objeto de estudio, deteniéndose especialmente en la dimensión lingüístico-cognitiva. Para los estudios lingüísticos, destacamos como una invitación a ampliar las investigaciones sobre este fenómeno la afirmación de que, a pesar de que en las últimas décadas se comenzó a estudiar el tabú lingüístico con mayor profundidad, “las contribuciones son dispersas y, más bien, descoordinadas”1 (p.2). Pizarro Pedraza nos permite, en esta introducción, situar el contexto en el que se inserta la publicación y acceder a las distintas perspectivas desde las que se aborda el objeto de estudio, al tiempo que contribuye a ponderar su importancia y sus áreas de convergencia.
Inicia la compilación el trabajo “Lexicon, discourse and cognition: terminological delimitations in the conceptualizations of linguistic taboo” que, como señalamos, es un artículo teórico y, en parte, historiográfico, de Miguel Casas Gómez, quien, desde la publicación de su tesis doctoral en 1986, ha contribuido de manera continuada al campo de estudios con revisiones críticas sobre conceptos teóricos propios y ajenos. En esta oportunidad, presenta una de sus últimas revisiones de la elaboración teórica en torno al tabú lingüístico. Por su valor metateórico, destacamos la revisión de conceptos que, en opinión del autor, suelen utilizarse de manera incorrecta tanto en la investigación lexical (tabú, interdicción, eufemismo, disfemismo, sustituto eufemístico/disfemístico, uso eufemístico/disfemístico) como en el campo pragmático-discursivo y cognitivo (ortofemismo, X-femismo, cuasi-eufemismo, cuasi-disfemismo, palabra tabú y concepto tabú o interdicción conceptual). El autor indaga en la evolución de las delimitaciones terminológicas y conceptuales en el campo de la interdicción y da cuenta de cómo este desarrollo permite la comprensión del eufemismo como un “proceso cognitivo de la conceptualización de una realidad prohibida” (p.14) y no como un mero sustituto léxico.
La primera parte de la colección aborda distintas conceptualizaciones y se titula, precisamente, “Construal” —que podemos traducir como ‘Conceptualización’ o ‘Interpretación’—. Esta sección se centra en la metáfora, la metonimia y la imprecisión (vagueness), tres recursos productivos en el campo de los fenómenos vinculados con la expresión léxica del tabú. Sobre el primero de estos fenómenos escribe Eliecer Crespo-Fernández quien, en “The axiological and communicative potential of homosexual-related metaphors”, se propone analizar las funciones sociales y comunicativas que tienen las metáforas discursivas relacionadas con la homosexualidad, deteniéndose, de manera especial, en la mitigación verbal y la ofensa. Las metáforas analizadas pertenecen al Corpus of Contemporary American English (Davies 2009). El artículo comienza con una necesaria reflexión en torno al tabú de esferas vinculadas con la homosexualidad y con las implicaciones que entraña el concepto de LGBT. Luego, desarrolla su marco teórico, basado en el estudio del tabú de Allan y Burridge (2006) y en posteriores conceptos que de ese estudio se desprenden, como la distinción realizada por el mismo Crespo-Fernández de cuasi-eufemismo y cuasi-disfemismo (Crespo-Fernández 2007). A continuación, introduce los aportes vinculados con la metáfora de Steen (2011), cuyo enfoque se caracteriza, según Crespo-Fernández, por ser más abarcativo y socialmente orientado que los desarrollos teóricos de Lakoff (1993 [1979]), desde los que Steen parte. Crespo-Fernández concluye que las funciones de las metáforas relevadas pueden ser o bien eufemísticas (para evitar una ofensa al referirse a la homosexualidad), disfemísticas (para ofender a los homosexuales) o cuasi-eufemísticas (para generar solidaridad intra-grupal o direccionar la atención hacia el tópico vinculado con la homosexualidad). Destacamos el pormenorizado detalle de la metodología utilizada, que sirve como modelo para quienes trabajen con metáforas tanto en el terreno del tabú lingüístico como en otro tipo de investigaciones.
En “Metonymy-based euphemisms in war-related speeches by George W. Bush and Barack Obama”, Ivana Moritz presenta un artículo que combina el estudio del eufemismo con el del discurso político, a partir de la perspectiva de la lingüística cognitiva. En esta oportunidad se centra en la metonimia, un mecanismo cognitivo vinculado con la formación de expresiones eufemísticas que tiene la capacidad de remarcar, elaborar e intensificar el significado de un concepto. Su corpus, conformado por transcripciones de discursos relacionados con la guerra y pronunciados por dos figuras políticas de la historia reciente, le permite demostrar cómo el poder —con independencia de su orientación política— configura como tabú los mismos tópicos (la guerra, las fuerzas militares, la muerte). Así, a partir de la selección de metáforas conceptuales como vehículos metonímicos eufemizadores, el poder logra efectos retóricos en la construcción de los discursos políticos de contextos bélicos y moldea la opinión social en función de determinados intereses.
La primera parte finaliza con “Ambiguity and vagueness as cognitive tools for euphemistic and politically correct speech”, trabajo en el que Pedro J. Chamizo-Domínguez muestra que el concepto de corrección política y el eufemismo están estrechamente relacionados no solo porque el primero se basa en el segundo, sino también debido a que comparten dos características fundamentales: la ambigüedad y la imprecisión (vagueness). En su análisis cualitativo, el autor realiza dos estudios de caso. En el primero, presenta tres textos que contienen ejemplos paradigmáticos de disfemismo, ambigüedad e imprecisión y muestra cómo el contexto es lo que, en última instancia, determina si un enunciado es eufemístico o disfemístico. En el segundo, se centra en el lenguaje políticamente correcto y analiza los enunciados de carteles que considera políticamente incorrectos por contener prohibiciones explícitas (ej: “Smoking is prohibited”) y, por el contrario, carteles con imprecisiones, que dan lugar a lo políticamente correcto (ej: “Thank you for observing our non smoking policy”). Si bien la mayoría de los carteles están escritos en inglés canadiense o estadounidense, también analiza uno que contiene una misma prohibición en inglés y en español. Curiosamente, en la primera lengua el cartel es políticamente correcto y, en la segunda, no. Chamizo-Domínguez plantea algunas preguntas al respecto que invitan a la lectura crítica del cartel por parte del lector. En este artículo, entonces, el autor demuestra cómo la ambigüedad está al servicio del lenguaje eufemístico o políticamente correcto.
La segunda parte del libro lleva el nombre del concepto ampliamente desarrollado por Sharifian (2011), “Conceptualización cultural”, quien aporta el primer artículo de esta sección en coautoría con Réka Benczes, Kate Burridge y Keith Allan. En “Old age revolutions in Australian English: Rethinking a taboo concept”, buscan demostrar que el concepto tabuizado de envejecimiento está atravesando una reconceptualización en la variedad de inglés australiano estudiada, aunque sin dejar de establecer comparaciones con la variedad estadounidense. En tal sentido, el paradigma de la Lingüística Cognitiva permite analizar cómo se evidencia este proceso en el lenguaje eufemístico. Con ese propósito, los autores indagaron en las expresiones vinculadas con el envejecimiento en una base de datos conformada por periódicos australianos, entre los años 1987 y 2014. Para comprender el fenómeno, realizan consideraciones en relación con el concepto general de envejecimiento y se centran en el caso de Australia, que atraviesa una “revolución de la longevidad” (p.104). Los autores muestran, en primer lugar, de qué manera la reconceptualización se manifiesta en la aparición de nuevas categorías vinculadas con el envejecimiento, para lo que comparan y analizan el concepto estadounidense de successful ageing con el australiano de healthy ageing. Luego, analizan y explican la preferencia por la categoría older Australians, en detrimento del concepto de seniors. Por último, indagan en las nuevas metáforas conceptuales y los esquemas culturales utilizados para nombrar servicios geriátricos. En esta propuesta, los autores demuestran de qué manera en la sociedad estudiada está teniendo lugar un cambio en la conceptualización del envejecimiento, que se vincula con la erradicación de su asociación con el tabú. En este sentido, eventualmente algunos usos eufemísticos del concepto analizado se podrían llegar a convertir en ortofemísticos.
En “Taboo subjects as insult intensifiers in Egyptian Arabic”, Magdalena Zawrotna se propone obtener una mejor comprensión del uso intensificador del vocabulario prohibido en la variedad vernacular egipcia, a partir de un profundo conocimiento de la cultura analizada. La autora parte de la definición de intensificador de Bolinger (1972) y explica que las expresiones tabúes son, en varias lenguas, uno de los intensificadores más frecuentes, entre otras cuestiones porque el tabú se vincula con los extremos en los sistemas de valores y, precisamente, los extremos son los que permiten ampliar la carga emocional de los enunciados. Zawrotna, entonces, se centra en tres categorías semánticas fuertemente tabuizadas en la comunidad de interés —familia, sexualidad y religión— e indaga, en primer lugar la posibilidad de que las expresiones correspondientes a estas categorías provean distintos niveles de intensidad. Luego, analiza también la gramaticalización (Bolinger 1972) de las mismas expresiones, que trae como consecuencia la desconexión entre la forma léxica y su referente. La desemantización del léxico analizado, según la autora, resulta en que la carga emocional sea más relevante que el significado.
En “Emotion concepts in context: Figurative conceptualizations of hayâ ‘self-restraint’ in Persian”, Mohsen Bakhtiar estudia la organización conceptual y el contexto de uso de hayâ, un concepto clave (Wierzbicka 1997:15) del idioma persa, que funciona como una emoción que autorregula el comportamiento relacionado con el tabú lingüístico. El autor analiza 150 ejemplos de colocaciones y expresiones metafóricas registradas en un periódico iraní. Bakhtiar explica exhaustivamente la estructura cognitiva del concepto de hayâ y, brindando ilustrativos ejemplos de su corpus, establece comparaciones con otros idiomas y culturas. El autor enfatiza la importancia del estudio de las áreas del tabú al afirmar que “explorar las áreas tabúes puede proveer de una base para investigar las raíces culturales de los conflictos políticos alrededor del mundo” (p.158).
En “A Cognitive Linguistics approach to menstruation as a taboo in Gĩkũyũ”, Moses Gatambuli Gathigia, Daniel Ochieng Orwenjo y Ruth Wangeci Ndung’u presentan resultados obtenidos tras entrevistar a 60 hablantes de kikuyu, la lengua del mayor grupo étnico keniano. Partiendo de un amplio conocimiento de esta cultura, los autores identifican en las entrevistas las metáforas relacionadas con la menstruación y las clasifican según cinco metáforas conceptuales, que analizan e interpretan. Cabe destacar que el mapping (Lakoff & Johnson 1980) que realizan de algunas de estas metáforas ayuda al lector a comprender la puesta en práctica del marco teórico.
Anna Kuzio contrasta la percepción que los hablantes de polaco y de la variedad británica del inglés tienen en relación al lenguaje prohibido en “The socio-cognitive aspects of taboo in two cultures: A case study on Polish and British English”. Para lograrlo, administra entrevistas a hablantes de ambas lenguas y analiza tres factores que condicionan la utilización del tabú lingüístico: los contextos de uso, el tipo de interlocutor y las intenciones comunicativas. Kuzio realiza también aclaraciones en torno a la especificidad de los tabúes y de los sistemas de cortesía de las sociedades, ofreciendo argumentos a la discusión en torno a la universalidad de las categorías con las que opera la teoría de la cortesía de Brown & Levinson (1992 [1987]). Las significativas diferencias entre los hablantes de ambos grupos evidencian, precisamente, la variación cultural en términos de cortesía y normas sociales. Por último, la autora expresa que “el conocimiento de los tabúes y la capacidad para su abordaje es la clave para tener éxito en el proceso comunicativo” (p.180). Esta reflexión, que no suele realizarse en estudios vinculados con la comunicación intercultural, es especialmente necesaria en la actualidad, ya que, tal como Kuzio afirma, la globalización da lugar al constante aumento del contacto cultural.
En la última contribución de la segunda parte del libro, Barbara De Cock y Ferran Suñer abordan las diferencias conceptuales entre culturas, partiendo del aprendizaje de una lengua extranjera (LE). Su trabajo, “The influence of conceptual differences on processing taboo metaphors in the foreign language”, un estudio empírico que da cuenta del escaso o inexistente tratamiento de los contenidos relacionados con el tabú en la enseñanza de LE, sirve para comprender de qué manera el procesamiento de metáforas tabú en la LE se ve influenciado tanto por las diferencias conceptuales y socioculturales, como por el contexto lingüístico. Los autores implementaron un test de comprensión de este tipo de metáforas con estudiantes francoparlantes de español como LE. Si bien no hallaron una correlación entre el nivel de conocimiento de la LE y la capacidad de interpretación metafórica, en el artículo concluyen que los estudiantes que realizaron experiencias de inmersión cultural y lingüística muestran una mayor comprensión de las metáforas tabuizadas que aquellos que no tuvieron esa oportunidad, con independencia del nivel de conocimiento de la LE. De interés metodológico es una dificultad que De Cock y Suñer explicitan y que resulta frecuente para quienes estudiamos el tabú lingüístico: al ser entrevistados, en algunos casos, los participantes brindaron equivalentes de expresiones vulgares en su primera lengua, utilizando un registro formal. Según interpretan los autores, existe la posibilidad de que los hablantes reconozcan el matiz coloquial de las expresiones traducidas, pero que hayan considerado impertinente responder la entrevista utilizando expresiones vulgares. Por último, destacamos también las recomendaciones pedagógicas ofrecidas por De Cock y Suñer, que resaltan la importancia de trabajar con ejercicios contextualizados y de exponer a los estudiantes a una variedad de discursos, con la finalidad de aumentar su competencia metafórica.
La tercera parte, “Sociolingüística cognitiva”, está conformada por tres capítulos. En el primero, Tom Ruette responde la pregunta de su título, “Why do the Dutch swear with diseases?”, partiendo de una hipótesis principal que tiene en cuenta como factor extralingüístico la influencia cultural calvinista en Bélgica y Holanda. Así, Ruette considera la posibilidad de que el tabú de la enfermedad posea una fundación histórico-cultural. En tal sentido, el calvinismo, que incentivó un estilo de vida saludable, puede ser el factor originario de este tabú en la sociedad estudiada. El trabajo se enmarca en los estudios sobre variabilidad léxica y en la sociolingüística cognitiva, y el corpus, formado por tweets con maldiciones en neerlandés, es geo-específico, ya que se centra en los patrones geográficos que surgen de aplicar el método de Autocorrelación Espacial a la expresión de la maldición a través de enfermedades. Los resultados sugieren que, si bien en la región no vinculada con el calvinismo no se registraron maldiciones basadas en la enfermedad, tampoco fueron relevadas en la totalidad de la región calvinista. Por tanto, el autor concluye que influencias sociológicas de distinto tipo interactúan en el uso del lenguaje y en lo tabú (tabooness) de los conceptos.
En “Calling things by their name: Exploring the social meanings in the preference for sexual (in)direct construals”, Pizarro Pedraza cuestiona el vínculo entre la identidad social y la elección de una expresión sexual directa (ej.: vagina) o indirecta (ej.: madalena). Las expresiones analizadas pertenecen al corpus MadSex, conformado por 54 entrevistas realizadas en Madrid (España) (Pizarro Pedraza 2019). Sus interpretaciones ahondan en el uso de las expresiones directas, cuya función pragmática aún no ha sido estudiada en profundidad. Además, destacamos la problematización que realiza en torno a la preferencia de las expresiones eufemísticas por parte de las generaciones mayores. En concordancia con la preeminencia del contexto en todos los estudios del volumen, no limita la interpretación de los resultados a un simple patrón etario, sino que brinda razones históricas —vinculadas con la ideología católica durante la dictadura de Franco en España— para comprender las actitudes negativas de los hablantes mayores hacia las expresiones tabuizadas. Por último, Pizarro Pedraza concluye que la preferencia por el tipo de expresión (in)directa está influenciada por los factores internos y externos analizados. La autora brinda también algunas consideraciones metodológicas en torno a la formalidad/informalidad de las entrevistas diseñadas para estudios vinculados con el tabú, que pueden vincularse con las realizadas en esta publicación por De Cock y Suñer. Así, en ambos capítulos se expresa la complejidad de indagar en el tabú lingüístico en ambientes semi-formales.
Cierra la tercera parte del libro “The perception of the expression of taboos: a sociolinguistic study”, una contribución de Cestero Mancera, quien explora la variación condicionada por factores sociales, aspecto poco estudiado en la expresión lingüística de conceptos tabúes, pero especialmente considerado en este libro. La autora se propone ampliar el conocimiento en torno a la percepción que las personas tienen de su actuación en relación al uso de expresiones tabúes en registros formales, semi-formales e informales. Con tal fin, analiza los resultados de un cuestionario administrado en Madrid, teniendo en cuenta cinco variables de análisis: el contexto de uso de las expresiones, y el sexo, la edad, el nivel educativo y el distrito de origen de los participantes. Los resultados muestran que, mientras que la última variable no significa una fuente importante de variación, las otras sí influyen tanto en el uso, como en la percepción de los hablantes sobre las unidades lingüísticas con que trabaja el artículo, por lo que su empleo y percepción de uso se encuentran condicionados por patrones sociolingüísticos varios. Por otro lado, las respuestas de los entrevistados indican también que su percepción del uso del tabú lingüístico no se condice con su manera de utilizarlo en interacciones reales.
La cuarta y última parte de esta publicación, “Enfoques interdisciplinarios”, expande el alcance del objeto de estudio a aspectos vinculados con la psiquiatría. En el primer artículo de esta sección, “Scrupulosity, sexual ruminations and cleaning in Obsessive - Compulsive Disorder”, Habibollah Ghassemzadeh se propone explicar aspectos del tabú que aparecen en el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), explorando su vínculo con el concepto de escrupulosidad. En este sentido, el autor aclara que las dos fuentes típicas de malestar para los pacientes con TOC —la rumiación y obsesión sexual— se relacionan con el tabú. Su violación generalmente provoca la necesidad de realizar rituales de lavado, según se evidencia en diversos experimentos y estudios. Asimismo, entre las características que Ghassemzadeh desarrolla de esta enfermedad, se encuentra la tendencia a creer que el pensamiento tiene el mismo poder y valor que la acción. Podemos vincular este rasgo con el tabú lingüístico, cuya base es el temor a la pronunciación de ciertas expresiones, por estar totalmente identificadas con la cosa significada (Casas Gómez 1986:21). El autor concluye que todas las sociedades presentan aspectos del patrón de comportamiento del TOC. Sin embargo, lo que diferencia un comportamiento normal de uno anormal son, en definitiva, convenciones sociales que, como tales, pueden evolucionar.
En el último artículo de esta publicación, “Swearing as emotion acts”, Shlomit Ritz Finkelstein se basa en entrevistas con pacientes con Síndrome de Tourette para examinar el efecto que dos tics infrecuentes en personas con esta enfermedad tienen en la interacción: la coprolalia y, en menor medida, la copropraxia. Estos coprofenómenos conforman un tipo de acto de habla, es decir, un acto de emoción. Para poder ser efectivos, deben obedecer algunas reglas pragmáticas existentes y, a su vez, violar ciertas normas socioculturales. Así, si bien Finkelstein aún no puede responder cuán involuntarios los coprofenómenos son, sí concluye que su naturaleza no es aleatoria, sino que se vinculan al contexto en que ocurren y, por lo tanto, se relacionan con prohibiciones culturales específicas. Además, el autor realiza una aclaración que contribuye grandemente a la comunidad vinculada con personas que sufren este síndrome: una maldición se vuelve dañina cuando el oyente la interpreta de tal manera. Si el interlocutor desautomatiza esta interpretación del coprofenómeno —que sí es automático—, puede entonces no solo cancelar o aminorar la ofensa, sino también evitar el sufrimiento y la vergüenza de la persona que padece el síndrome.
El volumen, por último, cuenta con un índice de los conceptos más relevantes abordados en los distintos trabajos. Este último apartado resulta de gran utilidad, en especial en una publicación que aborda un mismo objeto de estudio desde múltiples perspectivas.
Si se puede hacer una crítica a la valiosa contribución al estudio del tabú lingüístico que reseñamos, esta se refiere a pequeños detalles formales de edición que no restan valor al texto. Se trata de pormenores en una obra cuyos aportes —muchos de ellos presentados con el apoyo de gráficos que facilitan su interpretación— contribuyen teórica y metodológicamente al estudio del tabú lingüístico. En este sentido, y tomado en su conjunto, el volumen ofrece al lector una actualización sobre las perspectivas teóricas y los principales conceptos que operan al abordar el tabú lingüístico, modelos de aproximación metodológica para su estudio en contextos culturales diversos y perspectivas sobre la aplicación de estas investigaciones a la interpretación del significado discursivo de los recursos y las formas léxicas que expresan lo tabuizado y a la solución de problemáticas asociadas con desórdenes psiquiátricos.
Allan, K. & K. Burridge. 2006. Forbidden Words: Taboo and the Censoring of Language. Cambridge: Cambridge University Press.
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Casas Gómez, M. 1986. La interdicción lingüística: mecanismos del eufemismo y disfemismo. Tesis doctoral, Universidad de Cádiz, Cádiz.
Cestero Mancera, A. M. 2015. “La expresión del tabú: estudio sociolingüístico”, en: Boletín de Filología L (1). 71-105.
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