RASAL

LINGÜÍSTICA

Recibido: 18.08.2023 | Aceptado: 22.12.2023

DOI: https://doi.org/10.56683/rs241004

Construcción aplicativa en ayoreo (zamuco): motivación discursiva

Applicative construction in ayoreo (zamucoan): discoursive motivation

Santiago Gabriel Durante
GiDeL-UNAHUR / IMIHiCiHu-CONICET
https://orcid.org/0000-0003-0919-8183

Resumen

Los aplicativos son un tipo de construcción sintáctica que permite expresar un participante oblicuo o temáticamente periférico como parte de la estructura argumental del verbo (Peterson, 2007). Una de las explicaciones funcionales sobre estas construcciones afirma que su función central es indicar que la entidad a la que se refiere tiene más persistencia y prominencia discursiva (cf. ‘continuidad de tópico’ y ‘persistencia de tópico’, en Givón, 1983; Rude, 1985; Peterson, 2007). El ayoreo es una lengua con tendencia fusional y marcación en el dependiente. Evidencia una categoría incipiente de aplicativos mediante la clitización de las adposiciones multifuncionales iji, aja y ome a la base verbal, fenómeno que coexiste con el uso de frases adposicionales para oblicuos. El objetivo es dar cuenta de la motivación discursiva del empleo de esta estrategia incipiente de aplicativos en un corpus textual de lengua ayoreo de diferentes géneros discursivos. Se caracterizarán las estrategias de marcación de los argumentos en tres grupos: marcación canónica (frase nominal), marcación oblicua (frase adposicional) y marcación aplicada (clitización verbal). Según arrojan los resultados, los participantes que se codifican como objetos aplicados muestran alta persistencia tópica y baja distancia referencial, en comparación con oblicuos. Es decir, son muy topicales en un fragmento y fueron mencionados recientemente en el texto.

palabras clave: ayoreo; aplicativos; oblicuos; topicworthiness; distancia referencial; persistencia tópica.

Abstract

Applicatives are constructions that enable the expression of an oblique or thematically peripheral participant as part of the verb's core argument structure (Peterson, 2007). According to one functional explanation, their primary function is to signify that the entity being referred to has greater persistence and discursive prominence (cf. 'topic continuity' and 'topic persistence,' as proposed by Givón, 1983; Rude, 1985; Peterson, 2007).

Ayoreo exhibits characteristics of a fusional language with traits of a dependent-marking system. It demonstrates an emerging category of applicatives through the cliticization of multifunctional adpositions such as iji, aja, and ome to the verbal base. This phenomenon coexists with the use of adpositional phrases to represent oblique arguments.

Our objective is to elucidate the discursive motivation of applicatives in Ayoreo, based on a textual corpus that encompasses various genres. Non-subject argument-marking strategies are categorized into three types: canonical marking (expressed through nominal phrases), oblique marking (utilizing adpositional phrases), and applied marking (accomplished through verb cliticization).

The results indicate that applied constructions exhibit higher topic persistence and lower referential distance compared to oblique participants. In other words, they maintain a high level of topicality across discourse sequences, despite being activated in the minds of the speaker or the hearer, given their recent mention.

keywords: ayoreo; applicatives; obliques; topicworthiness; referential distance; topic persistence.

1. Introducción

Dentro del vasto panorama de las lenguas indígenas sudamericanas, la lengua ayoreo, perteneciente a la familia lingüística zamuco, emerge como un intrigante foco de estudio ya que, si bien no se trata de una lengua no descripta, está claramente subdescripta (Bertinetto, 2009, p. 6). La lengua Ayoreo, hablada por comunidades en las regiones del Chaco Paraguayo y las tierras bajas de Bolivia, presenta un sistema gramatical con algunos fenómenos que no han recibido estudios en profundidad. Uno de estos fenómenos no analizados en la lengua es el de las construcciones aplicativas. En este artículo, se dirige la atención hacia las construcciones aplicativas en la lengua ayoreo, explorando su estructura sintáctica, sus características semánticas y su función discursiva.

Las construcciones aplicativas han sido ampliamente investigadas en diversas lenguas del mundo. Más específicamente, el fenómeno ha sido descripto para gran cantidad de lenguas indígenas sudamericanas. Por nombrar algunos casos es un recurso productivo en las lenguas patagónicas tehuelche, selknam y günün a iajïch (Fernández Garay, 2012). También fue descripto por Vidal (2001) para el pilagá, Carol (2011 y 2019) para el chorote (mataguaya); Vidal y Nercesian (2006) para el wichí y Censabella y Terraza (2009) analizan sendos sistemas de aplicativos para el wichí (mataguaya) y el toba (guaycurú). Tacconi y Messineo (2019) analizan las construcciones aplicativas del maká (mataguaya). Siendo un fenómeno muy extendido tanto en el cono sur como en las lenguas chaqueñas vecinas, el uso de aplicativos podría constituir un rasgo areal.

A través de su sistema morfológico y sintáctico, la lengua ayoreo despliega un conjunto de estrategias que permiten la promoción de argumentos periféricos en la estructura verbal. Estas construcciones emergentes comparten funciones con la frase oblicua. Sin embargo, existen matices semánticos y discursivos que priman el uso de una u otra construcción, como se verá a lo largo de este artículo.

El objetivo de este trabajo es caracterizar la motivación discursiva del empleo de esta estrategia incipiente de aplicativos sobre la base un corpus textual de lengua ayoreo compuesto por diferentes géneros discursivos (narrativas, conversaciones, instructivos). La marcación argumental de la lengua presenta tres agrupamientos diferenciables: marcación canónica (frase nominal), marcación oblicua (frase adposicional) y marcación aplicada (clitización verbal). Sobre esta tipología, se compara distancia referencial (cantidad de cláusulas entre la mención actual y la mención anterior del referente) y persistencia tópica (cantidad de cláusulas seguidas que se menciona a la derecha). La hipótesis preliminar es que las entidades aplicadas tendrán alta persistencia tópica y baja distancia referencial, en comparación con las marcadas con oblicuos. Esto es, las entidades aplicadas son muy topicales en un fragmento y fueron mencionadas recientemente. Para la consecución del objetivo propuesto, se realiza una indagación basada en el análisis de un corpus discursivo del ayoreo constituido por textos tanto recogidos en terreno como de fuentes secundarias.

2. Marco Teórico

La gramática del Rol y la Referencia caracteriza la estructura estratificada de la cláusula en términos de centro y periferia (Van Valin, 2005). Los elementos centrales son los argumentos del núcleo (muchas veces instanciado en un verbo). La periferia, por su parte, refiere a los elementos no argumentales de la cláusula. Estos últimos son usualmente expresados en lenguas del mundo mediante construcciones oblicuas. El concepto de valencia refiere al número de argumentos centrales que dependen de un núcleo. Una cláusula intransitiva presenta un único argumento central (S). La cláusula transitiva, por su parte, presenta dos argumentos centrales: un elemento prototípicamente agentivo (A) y otro prototípicamente pacientivo (P). La cláusula ditransitiva, por su parte, muestra un participante agente (A), un tema (T) y un receptor (R).

La valencia verbal es plausible de aumento o disminución. Las lenguas del mundo evidencian diversos recursos para ello. La voz pasiva, por ejemplo, es una estrategia que resta un argumento central a la cláusula y expresa esa información mediante un elemento periférico bajo la forma de una construcción oblicua.

Por su parte, la construcción aplicativa es un recurso que presentan algunas lenguas y expresar un participante oblicuo o temáticamente periférico como parte de la estructura argumental del verbo (Peterson, 2007). En este sentido la construcción aplicada constituye un recurso de aumento de valencia. De aplicarse sobre un verbo intransitivo, el resultado es una construcción transitiva. Si se aplica a un verbo transitivo, por su parte, se puede producir un reacomodamiento de su estructura argumental. En este sentido, los aplicativos se ubican en el polo opuesto de estrategias de disminución de valencia como la voz pasiva.

Desde una mirada sintáctica, las construcciones de aplicativo se evidencian mediante un morfema en el sintagma verbal. El rol semántico principal que manifiestan es el de receptor o beneficiario. Sin embargo, la comparación translingüística da cuenta de variedad de roles temáticos que pueden ser expresados mediante construcciones aplicativas como instrumento, locación, causa, alativo, etc.

3. Metodología

Las observaciones que este artículo presenta se sustentan en un corpus textual de diferentes géneros. Tomando en cuenta que el análisis se centra en la motivación discursiva del uso de la construcción aplicativa en la lengua, resulta pertinente adoptar una perspectiva basada en textos. Si bien recursos como la elicitación son útiles para la descripción lingüística y de hecho constituyen un recurso utilizado en momentos puntuales de esta indagación, el corazón del análisis presentado se sustenta en textos libres. Las motivaciones discursivas del uso de aplicativos difícilmente puedan argumentarse sólidamente sin recurrir a este tipo de material textual ya que es necesario observar en qué fragmentos de discursos libres los ejecutantes optan por una u otra configuración para mencionar a un cierto referente.

Para el análisis se ha conformado un corpus de cinco textos del ayoreo. En conjunto totalizan 227 cláusulas. Los géneros discursivos de la muestra textual son variados: un instructivo, una conversación, dos textos narrativos y un texto narrativo de origen o mítico. Se trata tanto de textos recogidos en terreno por el autor, como de textos secundarios publicados en una antología publicada por CEADUC (Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica de Asunción, Paraguay).

Texto Traducción Género Fuente Cantidad de cláusulas
Ore chucure cuterone Cómo conseguir miel Instruccional Zanardini, 1994 30
Teesa aja Godoi oe chatata Teesa y Godoi conversan Conversacional (datos de campo) 23
Jonoine Picanerai aja Usigai oe yui catai Jonoine Picanerai y Usigai mataron al tigre Narrativo Etacore y Durante, 2018 111
Edopie pota cutei Edopie quiere miel Narrativo (datos de campo) 37
Ore jocaningai ome Darai La discusión con Darai Narrativo mítico Zanardini, 1994 26

Cuadro 1. Corpus de análisis

Los textos de primera mano fueron recolectados en la comunidad ayoreo de Campo Loro, Paraguay, entre 2014 y 2022 en audio y video. Luego transcriptos y traducidos en terreno en colaboración con un hablante nativo de la lengua y docente. La anotación e interlinearización fue realizada mediante el software ELAN. Se trata de una herramienta de anotación orientada al trabajo lingüístico. Una vez anotados, los textos fueron analizados mediante el programa FLeX, también de diseño lingüísticamente orientado. Mediante este recurso se realizó el análisis de corpus que sustenta el análisis aquí presentado.

Los datos primarios recogidos de primera mano fueron oportunamente depositados en un reservorio para su protección, conservación y difusión (Durante, 2016).

4. La lengua ayoreo

El pueblo ayoreo habita el Chaco boreal en los actuales territorios de las tierras bajas de Bolivia (Santa Cruz de la Sierra) y los Departamentos de Alto Paraguay y Boquerón, en la República del Paraguay. Datos censales de población y vivienda calculan una cantidad de 1862 ayoreos en Bolivia (Centro de Documentación e Información Bolivia [CEDIB, 2012) y 2481 en Paraguay (Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos [DGEEC], 2012).

La lengua ayoreo conforma la familia zamuco junto con el yshir o chamacoco. Se trata de una lengua vital aunque en retracción. Es todavía posible encontrar niños y ancianos monolingües. Sin embargo, la pregnancia del español mediante los medios de comunicación (radios) o redes sociales es cada vez más poderosa, en detrimento del uso de la lengua originaria. Otro factor sin dudas decisivo en la retracción del ayoreo es la escuela que, si bien imparte clases en ayoreo en los primeros años, deja de lado la lengua originaria a medida que avanza la escolarización.

El trabajo de campo que sustenta esta indagación fue realizado en la comunidad ayoreo de Campo Loro, Departamento de Boquerón, República de Paraguay. Esta comunidad fue fundada en 1979 y es la principal comunidad ayoreo de Paraguay. Existen en la actualidad otros agrupamientos ayoreo en zonas periurbanas de la ciudad de Filiadelfia, Boquerón, como Guidaichai. Es de suponer que estas comunidades urbanas presenten una mayor retracción de la lengua, aunque en todas las comunidades ayoreo la circulación de la lengua es alta.

El ayoreo es una lengua fusional (Bertinetto, 2009), evidencia palabras con más de un morfema por morfo, en particular en la flexión verbal. Esto la diferencia del resto de las lenguas chaqueñas que muestran una tendencia a la aglutinación. Se trata de una lengua marcada en el dependiente, es decir, que encontramos más información en elementos satelitales que en el verbo. De hecho, la única codificación argumental obligatoria en el verbo es la del argumento S en cláusulas intransitivas o A en transitivas.

En términos generales presenta orden sintáctico SVO (Sujeto Verbo Objeto) y ATR (Agente Tema Receptor) para cláusulas ditransitivas. Sin embargo, el orden de constituyentes no es fijo y pueden observarse modificaciones del ordenamiento canónico con fines estéticos o retóricos.

En lo referente a clases de palabras, distingue morfológicamente entre verbos y nombres (sustantivos y adjetivos). Posee también adposiciones (iji, aja, ome con valor locativo y dativo, etc.) y adverbios (de ‘aquí’, ti ‘allí’, sañeque ‘en otro lugar’, etc.). Algunos sustantivos y adjetivos pueden tomar una forma específica y comportarse como predicados (forma base).

Los sustantivos y adjetivos flexionan en número (singular y plural) y género (masculino y femenino). Una distinción que divide a los sustantivos es la posesión. Como es usual en lenguas americanas, se distingue entre posesión alienable e inalienable. Los poseídos, a su vez, se dividen en opcional o inherentemente poseídos.

Las cláusulas incluidas en ayoreo se encabezan por los subordinantes uje y ujetiga que muestran una oposición de modos realis e irrealis. Un desarrollo exhaustivo sobre las cláusulas adverbiales se presenta en Durante (2021).

4.1 Las adposiciones multifuncionales del ayoreo

La lengua ayoreo posee un paradigma de adposiciones entre las cuales se destacan tres formas que cumplen una multiplicidad de funciones. Se trata de una tríada de preposiciones (aunque se han atestiguado algunos casos de uso posposicional): iji , aja y ome. Las primeras tienen un significado básico locativo y la última suele utilizarse para marcar dativo, instrumento, propósito, causa y manera. Al tratarse de una lengua marcada en el dependiente, es usual que las preposiciones sean un recurso preferencial en su gramática. Lo que resalta especialmente es que los usos de este paradigma preposicional se distribuyen en una gran variedad de niveles de la estructura estratificada de la cláusula.

En los niveles del centro y la periferia encontramos los usos más extendidos y esperables, como podemos observar en los siguientes ejemplos.

  • (1)
guida-i deji idaja iji jo-i
aldea-M.S 3.estar lejos ADP monte-M.S
‘La aldea está lejos del monte.’
  • (2)
Jiei yod-i iji ti-e
mucho agua-M.S ADP río-F.S
‘Hay mucha agua en el río.’

Otro uso central de las adposiciones es en la coordinación de frases nominales en posición de sujeto u objeto. En este caso la adposición de enlace se encuentra a continuación del primer elemento de la serie.

  • (3)
tamoco-i aja mich-i ñaco-e eam-o cuchis-o udoe
perro-M.S ADP gato-M.S chancho-F.S ciervo-M.S animal-F.S DEM.3.P
‘El perro, el gato, el chancho y el ciervo son animales.’

Como se desarrollará a continuación, la lengua evidencia también un uso nuclear de estas adposiciones mediante el cual las encontramos integradas al verbo.

  • (4)
tai-a toa-ji Ebetogue ponga Esquina
vehículo-F.S 3.venir-APL Ebetogue DISY Esquina
‘El automóvil viene de Ebetogue o de Esquina.’

5. Alineamiento ayoreo

Sobre la base de la caracterización de los diferentes argumentos que se presentaron en 2 (S, A y O) la literatura ha elaborado una tipología de alineamiento morfosintáctico. Según cómo sean codificados estos argumentos centrales, es posible determinar su patrón de alineamiento. El locus de esta codificación puede ser la flexión verbal, el sistema pronominal o las frases nominales (Comrie, 2013). La consideración de cada locus puede dar lugar a alineamientos escindidos en los cuales, por ejemplo, se encuentra un tipo de alineamiento en pronombres pero otro en la marcación verbal. Dentro de los principales patrones de alineamiento, se encuentra el nominativo-acusativo, en el que S y A son tratados de igual manera, mientras que P recibe una marcación diferente. Esto se contrapone al alineamiento ergativo-absolutivo, que codifica S y P de igual modo mientras que A es marcado de manera diferente. Lenguas como el vasco o el hunzib responden a este patrón.

El ayoreo presenta un alineamiento de tipo nominativo-acusativo que se evidencia en la flexión verbal.

  • (5)
que y-uchie1 jum-i
NEG 1.S-pisar suelo-M.S
‘Yo no piso el suelo.’
  • (6)
Ñaito ch-ajine
Ñaito 3-venir
‘Ñaito vino.’

El único argumento codificado en el verbo es A para cláusulas transitivas y S para intransitivas. Cabe aclarar que es una lengua que permite la caída del sujeto por lo cual en muchos casos se codifica este rol exclusivamente en la morfología verbal.

El caso de las cláusulas ditransitivas requiere una particular consideración. En ellas lo que se codifica es la relación entre R (receptor) y T (tema) en oposición a la marcación del paciente en cláusulas transitivas (P). Las lenguas de alineamiento indirectivo codifican P y T del mismo modo y R de una manera especial. Las lenguas con alineamiento secundativo, por su parte, codifican igual P y R pero no así T. El alineamiento neutral, como es de esperar, no realiza marcación especial en ninguno de los argumentos centrales (Haspelmath, 2013).

En cláusulas ditransitivas, el ayoreo presenta alineamiento indirectivo con un ordenamiento preferencial de constituyentes ATR. Como puede verse en el siguiente ejemplo en el cual los argumentos de Agente y Tema son frases nominales pero el Receptor se expresa mediante una frase adposicional.

  • (7)
Choquija-i ch-atata d-asoca-de ome n ajam-i
anciano-M.S 3-contar 3.S.POS-historia-M.P ADP nieto-M.S
‘El anciano cuenta su historia al nieto’

6. Marcación argumental

La marcación de los argumentos centrales en lengua ayoreo sigue lo que Peterson (2007, p. 109) caracteriza como marcación canónica. En este tipo de construcciones la frase nominal no recibe ninguna marca particular.

  • (8)
Cata-i casi tagu yu
tigre-M.S casi 3.morder 1.S
‘El tigre casi me mordió.’

La lengua también evidencia marcación argumental de oblicuo. En este caso, argumentos más periféricos presentan una adposición que forma parte del subgrupo de adposiciones multifuncionales (iji, aja y ome).

  • (9)
E ñ-ingui aja jum-i
Ahora 1.S-tirar ADP suelo-M.S
‘En ese momento lo tiré al suelo.’

Además de las dos estrategias de marcación mencionadas, la lengua evidencia una especial codificación argumental en la cual la adposición, que en la marcación oblicua tiene independencia sintáctica, aparece clitizada al verbo. Estos casos serán caracterizados como de marcación aplicada.

  • (10)
to ch-aca-ja poi-die to
también 3-entrar-APL árbol-F.P también
‘También está dentro de los árboles.’

Los roles semánticos más extendidos para los argumentos aplicados son los de locativo y receptor, en línea con los patrones más extendidos translingüísticamente (Fernández Garay, 2012). En menor medida el análisis del corpus textual ha arrojado también casos de argumentos aplicados con roles de paciente, instrumento y tema.

7. Motivación discursiva: persistencia tópica y distancia referencial

Las construcciones aplicativas son medios que permiten expresar un participante oblicuo o temáticamente periférico como parte de la estructura argumental del verbo (Peterson, 2007). Discursivamente, el alto estatus topical es la motivación subyacente al uso de la construcción aplicada. Un argumento aplicado debería tener mayor saliencia o continuidad topical (Givón, 1983; Rude, 1985).

Dos parámetros útiles para el análisis de la motivación discursiva del uso de aplicativos son la distancia referencial y la persistencia tópica (Peterson, 2007). La distancia referencial mide la cantidad de cláusulas entre mención actual y mención anterior del referente. Un referente con menor distancia referencial se encuentra más activado en una cierta porción del texto. En el caso de las primeras menciones, se postula una cantidad de cláusulas de veinte para dar cuenta de la mayor distancia referencial posible. Por su parte, la persistencia tópica mide la cantidad de cláusulas seguidas que se menciona hacia la derecha. Un referente más persistente se mantiene activo durante las cláusulas sucesivas a la mención bajó análisis.

Según Givón (1983), los valores de persistencia tópica y distancia referencial son indicativos de la continuidad tópica de los participantes. Sobre esta base es posible postular que las entidades aplicadas tendrán alta persistencia tópica y baja distancia referencial, en comparación con oblicuos. Esto es, son muy topicales en un fragmento y fueron mencionados recientemente. Desde una perspectiva funcional y onomasiológica, postulamos que se emplean los aplicativos para indicar que, lo que se expresaría con una construcción de oblicuo, tiene una continuidad tópica más alta de lo esperado.

En base a estos considerandos, se procedió a analizar las menciones de los referentes que pueden presentarse en las tres tipologías de marcación (canónica, oblicua y aplicada) en relación a la persistencia tópica y distancia referencial que presentan. A continuación, se presentan los resultados de este análisis textual.

8. Resultados obtenidos

En primer lugar, se presenta información acerca de la cantidad de menciones canónicas, aplicadas u oblicuas de un mismo referente. Lo que se busca en este punto es reflejar las posibles configuraciones de codificación de un referente que aparece aplicado en, al menos, una mención del texto. Para ello, se identifican los referentes aplicados y luego se comparan todas las menciones del referente a lo largo del corpus textual. Se han identificado 22 referentes aplicados y luego se buscaron en los textos otras posibles expresiones de estos referentes. Los resultados arrojados son los siguientes.

Cuadro 2. Menciones de marcación argumental

Cuadro 2. Menciones de marcación argumental.

Como se observa, la principal marcación argumental de la lengua es la canónica, es decir sin marcas especiales. No se encontraron en el corpus casos de marcación oblicua o aplicada sin su contraparte canónica. A esto le siguen también como formas de alta productividad las construcciones de aplicativo. Las construcciones oblicuas, por el contrario, no son configuraciones usuales para los referentes que aparecen aplicados en el texto. Esta primera tabla parece indicar que mientras que los referentes aplicados pueden aparecer también como menciones canónicas, rara vez lo harán como construcciones oblicuas. Las construcciones de aplicativo y las de oblicuo muestran una clara distribución complementaria.

A continuación, se profundiza este primer análisis mediante el cálculo de la distancia referencial y la persistencia tópica que presenta cada mención de los referentes analizados anteriormente. Es importante recordar que la distancia referencial mide la cantidad de cláusulas entre mención actual y mención anterior del referente y la persistencia tópica hace lo propio con la cantidad de cláusulas seguidas que se menciona hacia la derecha. Es de suponer, entonces, que las entidades aplicadas tendrán alta persistencia tópica y baja distancia referencial, en comparación con oblicuos. Esto es, son muy topicales en un fragmento y fueron mencionados recientemente.

Cuadro 3. Distancia referencial y persistencia tópica

Cuadro 3. Distancia referencial y persistencia tópica.

El análisis del corpus textual seleccionado parece abonar la hipótesis preliminar. Las menciones oblicuas son, por mucho, las que presentan mayor distancia con la anterior mención del mismo referente. El promedio de distancia referencial que presentan es 16,3 cláusulas de distancia frente a las 9,6 cláusulas de distancia que muestran las menciones canónicas y las 6,3 de las menciones aplicadas. Las construcciones oblicuas y aplicadas, como se suponía, se ubican en polos opuestos en relación a la distancia referencial. De hecho, los números que arroja el análisis de las oblicuas se acerca al número estipulado por la metodología de análisis (presentada en Peterson, 2007 y Givón, 1983) para primeras menciones de un referente que es de 20 cláusulas.

En relación a la persistencia tópica el comportamiento es también consistente con la hipótesis preliminar. Las menciones canónicas en la muestra presentan casi la misma persistencia tópica que las construcciones aplicadas. Mientras que las menciones canónicas persisten en 1,43 cláusulas seguidas, las aplicadas lo hacen en 1,40. Por el contrario, las menciones oblicuas son muy poco persistentes, presentando 0,33 cláusulas de continuidad de mención del referente. Es decir, mientras que lo esperable es que un referente aplicado se mantenga activo en el discurso al menos una a dos cláusulas a la derecha, la tendencia general es que las menciones oblicuas no persistan en esa porción de discurso.

Si bien los resultados encontrados en el primer análisis son consistentes con la hipótesis preliminar, es necesario también comparar la totalidad de las menciones aplicadas con la totalidad de las menciones oblicuas de cualquier referente. Esta necesidad responde a la observación de que, mientras que menciones aplicadas y canónicas parecen compartir referentes, esto rara vez ocurre con las menciones oblicuas que parecen más bien seleccionar referentes no topicales. Un primer análisis muestra entonces la cantidad de menciones aplicadas y oblicuas totales en el corpus de análisis.

Cuadro 4. Menciones totales de construcciones aplicadas y oblicuas

Cuadro 4. Menciones totales de construcciones aplicadas y oblicuas

En el corpus se observan 22 menciones aplicadas y 14 oblicuas. Si bien la presencia de aplicadas es superior, las construcciones oblicuas también se evidencian como un tipo de configuración productiva en la lengua. No se trata de que la construcción oblicua se encuentre necesariamente en retracción, sino que rara vez compartirá referente con su par aplicada.

A continuación, se presenta la comparación de la distancia referencial y persistencia tópica en la totalidad de construcciones oblicuas y aplicadas del corpus.2

Cuadro 5. Persistencia tópica y distancia referencial en aplicadas y oblicuas.

Cuadro 5. Persistencia tópica y distancia referencial en aplicadas y oblicuas.

En esta comparación, la diferenciación en la función discursiva de cada forma se hace evidente. Mientras que las menciones aplicadas totales presentan una persistencia tópica promedio de 1,4 cláusulas seguidas, la persistencia tópica en oblicuas es prácticamente cero. Solamente en un caso el referente mencionado con una oblicua es retomado en la cláusula sucesiva. En el resto de los casos, el mismo es abandonado en la porción sucesiva de discurso.

En relación a la distancia referencial, también los resultados confirman la hipótesis y la fortalecen mostrando comportamientos aún más acentuados. Mientras que la distancia referencial en aplicadas es de 6,3 cláusulas hasta la mención anterior, la distancia referencial en oblicuas es de 20 cláusulas. Este número, como ya se ha mencionado, no es casual ya que se trata del estipulado para primeras menciones de un referente.

A partir de estos datos es posible extraer algunas observaciones. Las construcciones aplicadas son más productivas que las oblicuas en textos libres. Esto contrasta con condiciones de elicitación, en las cuales se ha observado una mayor tendencia a la utilización de formas oblicuas, especialmente para el rol semántico de Receptor en cláusulas ditransitivas o roles como beneficiario. Esto puede verse en el siguiente ejemplo que fue recogido mediante dicha técnica.

  • (11)
Najiome pesu noajo-i ome najo-a
Najiome 3.hacer artesanía-M.S ADP amiga-F.S
‘Najiome hace artesanía para la amiga.’

Los referentes aplicados pueden oscilar con construcciones canónicas, pero rara vez con construcciones oblicuas. Estas últimas, según la evidencia textual, parecen reservarse a primeras menciones de referentes no persistentes.

Por último, salta a la vista un cambio en el orden de constituyentes según la construcción empleada. Mientras que, como se puede observar en el ejemplo anterior, el orden canónico para cláusulas ditransitivas es Agente, Tema y Receptor (ATR) cuando se emplea la forma oblicua, esto cambia cuando se utiliza la mención aplicada. En estos casos, el orden de constituyentes es ART.

  • (12)
ñ-ojinga-me Atetaide oe ca a-yona to
1S-decir-APL Atetaide 3.P NEG.IRR 2.NIND-perseguir también
‘Yo le dije a Atetaide: que no los persigan ahora’.

9. Topicworthiness

En línea con la postulación de que “la principal motivación o propósito que subyace al uso de una construcción de aplicativo es la indicación de su alto estatus topical” (Peterson, 2007, p. 86), resulta pertinente indagar en mayor profundidad sobre la topicalidad de los referentes aplicados y no aplicados. En este sentido, es necesario analizar lo que se ha denominado topicworthiness. Este concepto refiere al conjunto de propiedades que influencian el empaquetamiento de información en las lenguas del mundo, específicamente la plausibilidad de una frase nominal de ser tópico. Se mide en términos de las propiedades de los sujetos gramaticales, que pueden tomarse como la gramaticalización de los tópicos discursivos (Thompson, 1990, p. 241). Si bien la autora ha pensado este criterio para argumentos en posición de sujeto, el análisis es también productivo como indicativo del alto o bajo estatus topical, haciendo las salvedades que sean necesarias.3

Las propiedades que se consideran indicativas de la alta topicalidad son la animacidad (los tópicos deben ser más animados que los comentarios), la especificidad (los tópicos deben ser más específicos), la identificabilidad (deben ser más identificables), el estatus (deben ser más activos en el discurso), la pronominalidad (son más propensos a utilizar pronombres) y la propiedad (son más plausibles de emplear nombres propios para establecer la referencia.

A continuación, se analizarán las menciones totales de construcciones aplicadas y oblicuas en el corpus en relación a una muestra de propiedades que se consideran significativas para el análisis de la topicalidad de dichas menciones.

9.1 Topicworthiness: especificidad

En este apartado se ha tomado una licencia en relación a la propuesta de Thompson (1990). La autora distingue entre referentes específicos y no específicos. En esta investigación, y siguiendo la línea de Lehmann (2017), se prefiere hacer una clasificación tripartita entre referentes específicos, no específicos y genéricos. El matiz entre los dos últimos es si el referente es desconocido o no identificable o si cualquier entidad de la categoría puede establecer la referencia. Mientras que los referentes específicos no presentan marcas especiales, las frases nominales no específicos suelen llevar el sufijo -ique y las genéricas el clasificar cucha.

Aplicada Oblicua
Específico 16 4
No específico 4 4
Genérico 2 6

Cuadro 6. Especificidad

En los casos analizados de nuestro corpus, se observa que las menciones aplicadas son, por un gran margen, más específicas que las oblicuas. Mientras que la relación entre específicas contra no específicas y genéricas es de 16 a 6 en aplicadas, el comportamiento es opuesto para oblicuas (6 contra 10 entre no específicas y genéricas).

9.2 Topicworthiness: estatus

El estatus dentro de esta propuesta de análisis refiere al grado de activación que un referente posee en un cierto fragmento de discurso. En ese sentido, se distingue entre referentes activados, semiactivados e inactivos. Los referentes activos se suponen presentes en la conciencia del oyente. Los semiactivos son, o bien inferibles del discurso previo o bien mencionados pero muy distantes de la mención bajo análisis. Los inactivos, por su parte, no se presumen presentes en la conciencia del oyente de ningún modo. En el análisis del corpus se consideraron activados a los referentes mencionados en cláusulas anteriores cercanas. Los semiactivados fueron mencionados cinco o más cláusulas atrás en el texto o bien no fueron explícitamente mencionados pero pueden inferirse a partir de la mención de otra referente. En el caso de los inactivos se trata de primeras menciones.

Aplicada Oblicua
Activa 16 1
Semiactiva 3 2
Inactiva 3 10

Cuadro 7.Estatus

Los resultados obtenidos son consistentes con los datos presentados en la sección anterior. Las menciones aplicadas son principalmente activas frente a las oblicuas en las que prima la inactivación. Las construcciones aplicadas son activas en 16 casos frente a 3 semiactivas y 3 inactivas. Por el contrario, en oblicuas se observan 10 menciones inactivas contra 2 semiactivas y solo 1 activa. Este comportamiento sigue la línea de la observación de que las construcciones oblicuas son preferidas en contextos de primera mención discursiva.

9.3 Topicworthiness: animacidad

El análisis de animacidad de los referentes no requiere mayor explicación. Se distingue simplemente entre referentes animados e inanimados.

Aplicada Oblicua
Animado 10 6
Inanimado 12 8

Cuadro 8.Animacidad

En este caso los resultados obtenidos no son consistentes con el comportamiento general que tiende a mostrar a las menciones aplicadas como más topicales que las oblicuas. Tanto aplicadas como oblicuas presentan mayor número de menciones de referentes inanimados que animados (10 animadas contra 12 inanimadas para aplicativos y 6 animadas contra 8 inanimadas para oblicuos). La animacidad no parece ser un criterio de selección para formas aplicadas sobre sus pares oblicuos. Al tratarse de referentes que ocupan la posición de objeto en la mayoría de los casos, es esperable un volumen mayor de referentes no animados. Se trata de un parámetro que tal vez no sea tan relevante para la comparación entre aplicativos y oblicuos como sí lo es para la caracterización de argumentos en posición de sujeto que realiza Thompson (1990).

9.4 Topicworthiness: identificabilidad

La identificabilidad es la habilidad presumida por el oyente para identificar el referente de una frase nominal en su conciencia. La topicalidad alta se condice con un referente identificable. Para medir este parámetro se analiza el tipo de anclaje posible del referente. Un referente identificable puede anclarse a la situación discursiva, al universo del discurso o a la memoria compartida. Un referente no identificable, por el contrario, no puede ser anclado por el oyente a ninguno de estos espacios.

Aplicada Oblicua
Identificable 17 7
No identificable 5 7

Cuadro 9. Identificabilidad

Como puede observarse, la identificabilidad de la frase aplicada es muy superior a la de la forma oblicua, que muestra una distribución equivalente de referentes identificables y no identificables.

9.5 Topicworthiness: propiedad

Las posiciones topicales son más propensas a tomar nombres propios para establecer la referencia. Esto es, los referentes en posición de tópico tienden a ser referentes únicos e identificables.

Aplicada Oblicua
Nombre propio 9 2
No propio 13 12

Cuadro 10. Nombre propio

Si bien, como es de esperar, en ambos casos la presencia de nombres propios es menor a la de frases nominales plenas o pronombres, las proporciones son notoriamente diferentes. Mientras que en el caso de los aplicados se encuentran 9 nombres propios contra 13 construcciones no propias, el caso de las oblicuas es mucho más pronunciado en su brecha. Frente a solo 2 casos de nombre propio, se evidencian 12 no propios.

Las formas aplicadas son más propensas a la selección de nombres propios como unidades referenciales, abonando a la hipótesis de su alta topicalidad.

9.6 Topicworthiness: resumen

A partir de la información arriba presentada es posible afirmar que las construcciones de aplicativo en la lengua ayoreo son más prototípicamente topicales que sus contrapartes oblicuas. Mediante el análisis de los parámetros presentados en las subsecciones anteriores se observa que las construcciones aplicadas:

De los seis parámetros analizados, los resultados esperables se corroboran en cinco de ellos. Es posible suponer que la animacidad no juegue un rol tan preponderante en la comparación de aplicativos y oblicuos dado que no se trata de argumentos que cumplan el rol de sujeto gramatical.

10. Discusión general

El análisis del corpus textual bajo los parámetros presentados permite sostener que el ayoreo presenta una construcción aplicativa que permite expresar un participante temáticamente periférico como parte de la estructura argumental del verbo. El cambio en el orden de constituyentes en la cláusula ditransitiva con aplicativos frente al orden preferido que presenta la ditransitiva con oblicua es un argumento a favor de esta afirmación.

  • (13)
ñ-ojinga-me Atetaide y-ichajui TA
1.S-hablar-APL Atetaide 1.S-clavar INTERJ
‘Yo le dije a Atetaide: “lo voy a clavar” ¡TA!.’
  • (14)
Jecute ñ-aaque iquei ome oe.
por.eso 1.S-prohibir adelante ADP 3.P
‘Por eso les prohibí a ellos ir adelante.’

Dado que el orden de constituyentes de la cláusula ditransitiva en ayoreo es ATR como puede verse en (14), el ordenamiento ART en la variante aplicada que se evidencia en casos como (13) es llamativo. El argumento aplicado se ubica en una posición más interna frente a la marcación de oblicuo que ocupa una posición más periférica. Este comportamiento es muestra de la función de promoción del argumento aplicado en la estructura estratificada de la cláusula (en términos de Van Valin, 2005).

10.1 Gramaticalización de aplicativos

La fuente del desarrollo de las construcciones aplicativas es evidente: las adposiciones multifuncionales presentadas en 4.1 son las formas que aparecen ligadas al verbo. También son quienes rigen la frase adposicional en el caso de las construcciones oblicuas. Si bien la lengua exhibe otras adposiciones menos productivas, no se han atestiguado casos de aplicativo fuera de las mencionadas iji, aja y ome.

El panorama presentado arroja dos posibles generalizaciones. En primer lugar, la construcción aplicada coexiste con una forma oblicua cumpliendo funciones análogas, aunque con diferentes motivaciones discursivas como se desarrolla más adelante. En segundo lugar, la construcción aplicada surge, o cuando menos comparte rasgos formales evidentes, con la forma oblicua.

Si bien no es el objeto de esta indagación postular el proceso de gramaticalización de la construcción aplicada en ayoreo, la literatura brinda argumentos consistentes con lo observado. Peterson (2007, p. 123) concluye lo siguiente: “La respuesta a la pregunta de dónde proviene la morfología que marca las construcciones aplicativas es relativamente simple: existen fuentes adposicionales y verbales”. En este caso, entonces, estamos ante uno de los casos prototípicos de gramaticalización de aplicativos. Se trata de una frase adposicional promovida en la estructura argumental del verbo por su alto estatus topical.

Por su parte, Hopper (1991), observa que, como es habitual en la gramaticalización, puede haber múltiples etapas de desarrollo atestiguadas simultáneamente en cualquier punto sincrónico dado. Es este el caso de la construcción aplicada en ayoreo que coexiste con la forma oblicua respondiendo ambas a particulares motivaciones discursivas.

10.2 Función discursiva de la construcción aplicativa

Como vimos anteriormente, el ayoreo presenta una construcción de aplicativo gramaticalizada a partir de una fuente adposicional. De hecho, la construcción coexiste con una forma oblicua. Si bien cumplen funciones argumentales análogas, raramente comparten referentes en el discurso. Algo que llama la atención es que, en cláusulas ditransitivas, la construcción aplicada es mucho más presente en textos libres y la construcción oblicua se muestra más productiva en contexto de elicitación. Esto podría ser un argumento que fortalezca la idea de que la gramaticalización de los aplicativos en ayoreo es un proceso relativamente reciente y en marcha que se muestra muy productivo. Cuando se les pide la traducción de una oración, los hablantes recurren a la estrategia más conservadora pero cuando se trata de una situación discursiva no controlada se impone la construcción emergente.

Como es de esperar en construcciones aplicadas, estas evidencian una mayor persistencia tópica y una menor distancia referencial que las construcciones oblicuas. El análisis del corpus arroja datos cuantificables que justifican la caracterización aquí presentada de la construcción.

En tanto la motivación discursiva del uso de aplicativos responde a su alto estatus topical, resultó necesario indagar en la topicworthiness de la construcción aplicada frente a la oblicua. Los datos arrojados evidencian que la construcción de aplicativo es más específica, más identificable, más activa y más propia que la construcción oblicua. En esta misma línea, el hecho de que el orden de constituyentes en la cláusula ditransitiva varíe entre ATR para oblicuas y ART para aplicadas abona la posición de que se trata de una construcción que permite expresar un participante temáticamente periférico como parte de la estructura argumental del verbo.

Sobre la base del análisis del corpus sobre los ejes presentados es posible afirmar que el ayoreo promueve el uso de formas oblicuas para primeras menciones que no son retomadas en las cláusulas sucesivas y formas aplicadas para referentes muy activados y persistentes en una porción de discurso determinada.

Existen todavía diversas aristas para profundizar en la gramaticalización en proceso de esta construcción. Sin embargo, la motivación discursiva parece una evidencia robusta del uso y productividad de la construcción de aplicativo en lengua ayoreo.

Abreviaturas

1 primera persona; 3 tercera persona; ADP adposición; APL aplicativo; COORD coordinante; DEM demostrativo; DISY disyunción; F femenino; INTERJ interjección; IRR modo irrealis; M masculino; NEG negación; NIND modo no indicativo; P plural; POS posesivo; S singular.

Notas

  1. El sufijo y- puede encontrarse también como ñ- respondiendo a factores fonotácticos.
  2. A diferencia del cuadro 3 que muestra la distancia referencial y persistencia tópica de construcciones aplicativas frente a su contraparte oblicua, el cuadro 5 analiza estos parámetros en la totalidad de formas oblicuas o aplicadas, tengan o no una contraparte aplicada.
  3. El término topicworthiness ha recibido diferentes tratamientos según varios autores. En este trabajo lo consideramos según el mencionado desarrollo de Thompson (1990).

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